¿Recuerdas el caso Takata? Fue la llamada a revisión más grande de la historia. Afectó a la friolera de 40 millones de vehículos, allá por 2015, ya que debido a un problema en las bosas de aire provocaba que pudiesen activarse si el ambiuente tenía unas condiciones de humedad determinadas. El pasado verano recordábamos que todavía faltaban nada menos que 1,6 millones de vehículos Honda en EE.UU. para realizar el cambio.
Y la semana pasada, ocurrió la desgracia. Un hombre fallecía en Brasil debido a que sufrió un accidente en su vehículo tras haberse activado el sistema de seguridad. Esta ruptura «anormal» del airbag del Honda Civic LXS en Rio de Janeiro, indicaron los forenses, supone la última muerte de una lista que se eleva ya a casi la veintena de fallecidos.
Lo peor del caso es que el propietario del vehículo había sido llamado a revisión, en 2015 para reemplazar el inflador del airbag del lado del conductor. «Desafortunadamente, el vehículo no fue llevado a un concesionario para su reparación», ha lamentado la firma nipona en un comunicado. Al parecer, el propietario se negó a cambiarlo.
Parece que el caso tardará aún en cerrarse. Desde que en 2008 se detectaron los primeros fallos en el sistema de inflado de los airbags Takata, han sido relacionados con muertes en todo el mundo (esta es la primera en Brasil), así como varios heridos. Este componente automovilístico podría explotar con una potencia excesiva, dispersando piezas de metal dentro de los vehículos.
Honda lleva desde 2010 realizando una serie de iniciativas para alertar y sensibilizar a sus clientes sobre la importancia y la urgencia de cumplir con las campañas de revisión y la retirada del mercado de los airbags de Takata. No se trata de la única marca que cuenta con este componente. Los airbags defectuosos de Takata fueron instalados en vehículos de marcas como Honda, Mercedes, Volkswagen, Audi, Toyota, Nissan o Mazda, durante años.
Fuente: Infobae