Esperamos ansiosos la llegada del Alfa Romeo Giulia 2016 (que contará con una estratosférica versión, el Giulia Quadrifoglio Verde, con 510 CV). En principio contará solamente con una carrocería sedán de cuatro puertas, muy hermosa, pero los amantes del automovilismo ya fantasean con una carrocería coupé (prometida en los planes de futuro de la marca, que van con algo de retraso).
Y es que, si bien el grueso de las ventas lo tendrán los cuatro puertas, el coupé se antoja imprescindible para ganar prestigio como marca premium… y ser fiel a la historia, pues el Giulia original contó con una carrocería de este tipo, el Giulia GT Veloce, entre 1967 y 1976… Y otras dos más «distinguidas», como el Giulia TZ de competición y este Alfa Romeo Giulia Sprint Speciale.
[vc_row][vc_column width=»1/2″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]
Recapitulemos. Allá por 1962, con el lanzamiento del Giulia, se renombraron varias carrocerías del Giulietta, como la Spider, la Sprint y la Sprint Speciale, que pasaron por arte de magia a ser Giulias (justificando el cambio de nombre con un aumento del motor, de 1.3 a 1.6 litros). La aventura apenas duró un par de años para las primeras, pero la última tuvo algo más de recorrido.
El Giulietta Sprint Speciale contaba con un diseño impresionante, derivado de los prototipos Berlina Aerodinamica Tecnica (B.A.T.) creados por Carrozzeria Bertone a mediados de la década de 1950 (algún día les dedicaremos un artículo, prometido). Esos estudios aerodinámicos parecían ideales para una versión de competición del Giulietta Sprint Veloce, pues garantizaban un coeficiente aerodinámico de 0,29, extraordinariamente bajo.
Había que fabricar un número limitado para satisfacer las normas de homologación de la FIA, así que los italianos se pusieron manos a la obra. Aquel coche, tenía un robusto motor de cuatro cilindros de 1.300 cc que hoy pueden parecer poco, pero era suficiente para ser mucho más veloz que el coupé o el Spider convencionales.
Cuando el nuevo motor 1.6, de 1.570 cc se introdujo en el Giulia (serie 101), era desde luego tentador probarlo en semejante aparato. Dicho y hecho. El Giulietta Sprint Speciale recibió la nueva mecánica y pasó a llamarse Alfa Romeo Giulia Sprint Speciale, así que la marca dejó a un lado el prototipo de Giulia SS en el que trabajaban.
La nueva mecánica, con un carburador Weber DCOE, rendía 112 CV. Acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades, era capaz de empujar al Giulia SS hasta los 200 km/h. Contaba con suspensión de delantera independiente, eje trasero rígido con muelles y frenos de disco que ayudaban a detenerse cuando era menester.
Es prácticamente calcado al Giulietta SS, pero resulta muy fácil distinguirlos echando un ojo al tablero de instrumentos. El Giulia tiene una parte inferior de cuero y es menos inclinado, a parrde de tener la guantera en un lugar diferente. También cuenta con insignias Giulia SS en la zaga.
Se fabricaron 1.400 Alfa Romeo Giulia Sprint Speciale hasta 1966 ( el Giulietta SS se quedó en 1.366). La unidad que ilustra este artículo fue de las primeras fabricadas, el 1 de octubre de 1963, acabada en el tradicional rojo Alfa Romeo. Sólo seis días más tarde, el 7 de octubre, se vendió al concesionario Alfa Romeo en Bruselas, Bélgica. Allí pasó sus días hasta 2006, cuando fue descubierto por su anterior dueño. Tenía varias modificaciones (entre ellas un sangrante cambio de color), pero su siguiente propietario sacó la chequera, lo restauró por completo y le devolvió su rojo original.
Si ahora nos hemos acordado de este precioso modelo es porque el sábado 14 de mayo será subastado en Mónaco. Este Speciale Sprint, en perfecto estado de funcionamiento y listo para ser conducido, es uno de los diseños de coches de carretera más famosos de Bertone… De ahí que esperen conseguir entre 125.000 y 145.000 euros por él.
Fuente: RM Sotheby’s
Galería de fotos: Cymon Taylor, cortesía de RM Sotheby’s