«Es el momento para relanzar Alpine». Con estas palabras, Carlos Gorshom, CEO de Renault-Nissan, comenzaba la presentación del Alpine Vision, un prototipo que se acerca mucho a la versión definitiva (un 80%, según la marca) de un coupé compacto con una línea que combina las líneas futuristas con el regusto retro.
La vuelta de Alpine supone el regreso de aquellos deportivos excepcionales (8 modelos entre 1955 y 1995) que destacaban por su ligereza y diversión al volante, con destacadas victorias el mundo de la competición, como las 24 Horas de Le Mans en 1978 o el Mundial de rallies de 1973, con el mítico Alpine A110.
[vc_row][vc_column width=»1/2″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]
El prototipo Alpine Vision sigue las pautas del Alpine Celebration Concept desvelado hace unos meses, con claros guiños a los modelos históricos de la firma. Tiene una silueta estilizada que acentúa su aerodinámica y carácter deportivo y, cómo no, un capó abombado en el que destacan los faros redondos. En la zaga, las ópticas traseras dibujan una ‘X’ luminosa, bajo una luneta trasera con un diseño muy particular.
El interior de este avance de Alpine fue filtrado unos días antes. En la marca gala lo catalogan como «un auténtico cockpit» en el que el conductor va totalmente separado del copiloto. En el habitáculo cobran protagonismo materiales como la fibra de carbono, el aluminio, la piel o las microfibras. El diseño es bastante actual y bastante minimalista, al mismo tiempo que tecnológico. Cuenta con pantalla TFT personalizable, volante de tres radios con levas tras él y algunos toques en rojo, como en el botón de encendido o del modo Sport. Los asientos tipo baquet, con arnés con hebilla de aluminio inspirado en la competición, ponen la guinda a un conjunto realmente atractivo.
[vc_row][vc_column width=»1/2″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]
¿Y qué moverá a esta escultura rodante? Por ahora desde Renault no sueltan prenda, pero todo parece indicar que el Alpine Vision (y el futuro Alpine de calle que deberíamos conocer antes de final de año y estar a la venta en 2017) montará un motor de cuatro cilindros de gasolina en posición central trasera, asociado a una transmisión automática de doble embrague, que envía la potencia a las ruedas traseras.
Más que potencia (los rumores indican que montará un propulsor de entre 250 y 300 CV), la clave para un comportamiento dinámico ejemplar estará en la ligereza del vehículo, que lo hará realmente ágil y eficaz. Se baraja un peso en torno a los 1.100 kg, todo un peso ligero.
Desde la marca apuntan una cifra. El Alpine Vision será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Eso coloca al futuro Alpine como un digno rival de deportivos de la talla del Alfa 4C, el Lotus Exige o el futuro Porsche 718 Cayman (la versión coupé del 718 Boxster que no deberíamos tardar en conocer. No debemos olvidarnos tampoco del Audi TT 2014 o incluso el Nissan 370Z 2015, si bien estos tienen su motor colocado en posición delantera.
El futuro Alpine se fabricará en Dieppe, lugar de nacimiento de Jean Rédélé, fundador de la marca. Allí se han fabricado los últimos coches deportivos de Renault Sport, como el R5 Alpine, R5 Turbo, Clio RS o el Mégane Trophy. No se espera un volumen de producción muy alto (no más de 3.000 unidades al año), pero es que el modelo que se basará en este prototipo no pretende llenar concesionarios, sino mejorar la percepción de la marca del rombo… el primer paso para logarlo ya está dado.
Fuente: Renault
Galería de fotos: