Hay que reconocer que el Aston Martin DBX707 sorprendió a todo el mundo cuando salió allá por 2022. Ya era algo notable que la firma de Gaydon sacara un SUV, pero cuando llegó con la versión de altas prestaciones muchos terminaros de entenderlo. Ha sido el más destacado de su clase en este tiempo y ahora le llega un pequeño lavado de cara para mejorar justo lo que necesitaba. El Aston Martin DBX707 2024 es la evolución esperada para no quedarse atrás frente a otros competidores. Se centra en detalles de equipamiento y estará disponible para el tercer trimestre del año.
Este modelo se centra en mejorar el habitáculo, que recibe una tecnología más capaz gracias a la nueva generación del sistema multimedia. Tiene conexión inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, además de una pantalla táctil de 10,25 pulgadas para controlar todas sus funciones. La instrumentación digital de 12,3 pulgadas es más grande que la anterior y mejora sus gráficos. Además, se consigue un mejor equilibrio entre comandos táctiles y analógicos, todo respaldado por el control por voz de la marca.
Mejora la ergonomía del interior, sobre todo mediante una consola central simplificada, aunque lo que más se nota es el aumento de la calidad. Ahora hay más superficies tapizadas y aparecen nuevos materiales disponibles. Hay molduras de roble ahumado y malla de titanio, habiendo actualizado las de madera de ziricote, negro piano y fibra de carbono. Las tapicerías Inspire Comfort, Inspire Sport y Accelerate son totalmente nuevas; mientras que sigue estando la opción de ir al catálogo de Q by Aston Martin para tener opciones casi ilimitadas.
El sistema de sonido del nuevo Aston Martin DBX707 tiene 800 W y 14 altavoces, aunque opcionalmente hay un Bowers & Wilkins más capaz con 1.600 W gracias a sus 23 altavoces. En el exterior hay cinco nuevos tonos de pintura para su carrocería (Black Epsilon, Helios Yellow, Sprint Green, Malachite Green y Aura Green) y dos nuevos acabados para las llantas de 23 pulgadas (Fortis y Copper Bronze para las forjadas). Cambian los tiradores de las puertas y también los retrovisores de cristal enrasado y cabeza giratoria.
Lo que no cambia es el motor V8 biturbo de 4.0 litros que esconde bajo el capó, siempre ligada a la transmisión automática de nueve velocidades. Tampoco mejora su nivel de potencia, que en el Aston Martin DBX707 es de 707 CV y 900 Nm de par. Con el sistema de tracción total se asegura unas prestaciones muy destacadas para un SUV, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 310 km/h. Mantiene unos frenos carbonocerámicos delanteros de 420 mm y traseros de 390 mm, además de esa puesta a punto del chasis tan característica que presentaba anteriormente.
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