El coche sin conductor ya se mueve por España. Gracias a un sistema de navegación y posicionamiento desarrollado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un vehículo completó ayer un recorrido de unos 100 kilómetros por varias carreteras madrileñas sin ser manejado por un conductor.
El sistema de navegación permite al vehículo, bautizado como Platero, conocer su posición con un margen de error de 50 centímetros y, gracias a un sistema de visión artificial, puede reconocer la calzada y los obstáculos que encuentre a su paso.
El vehículo cuenta también con un sistema de conducción automática que permite al coche simular el comportamiento de un conductor humano y tomar sus propias decisiones en función del estado del tráfico y la vía.
Platero completó el trayecto entre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y la sede del Centro de Automática y Robótica en Arganda del Rey, unos 100 kilómetros, que ha realizado a una velocidad media de 60 km/h y escoltado por agentes de la Guardia Civil. Durante el trayecto y gracias a un sistema de comunicación entre vehículos, Platero ha seguido las indicaciones del coche guía Clavileño, situado un tramo por delante de él.
Este coche guía transmite su trayectoria a Platero con mensajes de su posición enviados diez veces por segundo y, de esta manera, el vehículo automático conoce su propia posición y sabe hacia dónde debe dirigirse, por lo que el sistema Autopía actúa sobre los mandos del vehículo para obtener la conducción autónoma.
Para Teresa de Pedro, responsable del proyecto, la investigadora del Centro de Automática y Robótica (centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid): «Platero representa el futuro de la conducción, en el que el vehículo es capaz de desplazarse de forma autónoma para satisfacer las necesidades humanas. «s un gran avance para crear una infraestructura de transporte más eficiente y segura».
«Cuando el vehículo conoce las condiciones exactas de la calzada es perfectamente capaz de circular sin la presencia de un coche guía. Por este motivo, Platero no imita los movimientos del vehículo de referencia, simplemente recibe su información y actúa en consecuencia», ha explicado el CSIC. Sin embargo, ha reconocido que aún falta mucho trabajo para que las vías estén pobladas por coches autónomos.
El mecanismo de Platero es fruto del proyecto Autopía, que nació en 1996 y actualmente recibe financiación de dos proyectos del Plan Nacional de I+D+i; el proyecto Guiade y el proyecto Onda-F.
Vía: CSIC
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