La contaminación es una de las grandes preocupaciones en la actualidad. Afecta a todos los niveles y es algo que hay que revertir porque está más que probado que causa problemas en la salud de las personas. Hay muchos factores que la causan, es cierto que las aglomeraciones de coches que hay en las ciudades contribuyen a ello. Por eso se están planteando instalar unas barreras para mejorar la calidad del aire en las zonas donde haya mayores niveles de polución.
Se trata de una investigación del Imperial College London, que ha descubierto que la calidad del aire baja en las zonas cercanas a vías con mucho tráfico, empeorando en comunidades de bajos ingresos. Además, los niños son más vulnerables a la contaminación debido a que están más cerca del suelo, donde las partículas más pesadas se van depositando. Los estudios han sido realizados en la ciudad de Londres, pero podrían extrapolarse a otras grandes urbes.
De esta forma se empezó a investigar soluciones para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire cerca de las calles más concurridas. La opción más factible a nivel urbanístico resultaron ser unas barreras curvas en los bordes de la carretera que funcionan de forma similar a los deflectores de los aeródromos o a los muros acústicos. No eliminarían la polución, pero harían que se mantuviera en la carretera y que no llegase a las aceras y zonas peatonales de una forma bastante económica.
Se reflejarían sus resultados de forma inmediata, ganando en calidad de aire y en salud para los peatones. También mitigarían ligeramente la contaminación acústica y podrían servir de soporte para plantas. Todavía quedan por resolver algunas cuestiones algo polémicas como que restan visibilidad de la carretera, pero podrían ser una solución viable. En todo caso, los investigadores creen que la colaboración es clave y animan a otros a seguir creando proyectos para mejorar la calidad del aire a escala local de manera más efectiva y rápida.
Fuente: Imperial College London