El Bugatti Baby II es la nueva iteración del “juguete” para niños –y no tan niños– que Ettore Bugatti diseñó inicialmente para su hijo menor en 1926 con motivo de su cuarto cumpleaños. Podríamos llamarlo “un renacimiento de la historia”, como dice Bugatti, o “el único Bugatti que muchos mortales podrían pagar”. Aunque eso sí, cuesta casi lo mismo que un Ford Focus ST.
Como parte de la celebración de su 110 aniversario, Bugatti ha construido una réplica totalmente eléctrica y reducida del Bugatti Type 35 de 1924. Su tamaño se ha reducido en un 75% respecto al coche original, y sí, está diseñado tanto para niños como para adultos. Lo vimos por primera vez en marzo durante el pasado Salón del Automóvil de Ginebra como un prototipo, donde ya nos podíamos hacer una idea de cómo sería el producto final.
Sus llantas de aleación de ocho radios son reproducciones bastante fidedignas de las ruedas del coche original, pero están envueltas en finos neumáticos modernos firmados por Michelin. El eje delantero hueco del Type 35 también se ha replicado a escala, junto con sus sistemas de suspensión y dirección. Todo se ha fabricado mediante tecnología de impresión 3D utilizando como modelo un Type 35 fabricado para el GP de Francia de 1924, previamente escaneado.
El habitáculo del Bugatti Baby II presenta un clásico volante de cuatro radios con el aro de madera, un salpicadero de aluminio torneado y diales Bugatti personalizados. El tacómetro del coche original, la presión del aceite y los medidores de nivel de combustible han sido reemplazados por un velocímetro, un indicador de nivel de batería y un medidor de potencia, como ya estrenó en su día el Veyron.
La bomba de presión de combustible se ha replicado digitalmente y se ha reutilizado como un selector de cambio (avance y retroceso), mientras que el kit estándar incluye una bocina, espejo retrovisor, freno de mano y un control remoto para desactivar el coche a distancia. El interior también alberga una placa con el número del chasis, mientras que la característica parrilla “Macaron” cuenta con 50 gramos de plata maciza encima del logotipo.
El Bugatti Baby II funciona con un motor eléctrico, alimentado por una batería de iones de litio de 1,4 kWh o 2,8 kWh opcional. De serie, la transmisión está equipada con un sistema de frenado regenerativo y un diferencial de deslizamiento limitado que canaliza la potencia hacia las ruedas posteriores. Con un peso marcado en báscula de 230 kilos, su autonomía estimada es de unos 30 kilómetros.
El Bugatti Baby II cuenta con dos modos de conducción. En el “modo niño”, la potencia está limitada a 1 kW (1,4 CV) y velocidad máxima a 20 km/h. En “modo adulto”, ambas cifras aumentan: 4 kW de potencia (5,4 CV) y una velocidad punta de 45 km/h. Y si se quiere aún más, existe una llave opcional “Speed Key” que permite desatar todo el potencial del pequeño coche, en este caso de 10 kW (13,6 CV) y sin limitador de velocidad.
La producción está limitada a solo 500 unidades (todas las cuales se vendieron en tres semanas), con precios que comienzan en 30.000 euros. La gestación del Bugatti Baby II ha sido llevada a cabo conjuntamente por la marca franco-alemana y The Little Car Company.
Fuente: Bugatti
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