La ciencia es una materia asombrosa que permite cada vez más que conseguir materiales antes inimaginables se hagan realidad. Es lo que han logrado científicos de la academia nacional de ciencias de Estados Unidos quienes han presentado un nuevo producto capaz de transformar el calor residual sobrante de la combustión de materiales fósiles en energía eléctrica.
Pero esto no es nuevo, transformar la energía desprendida por el motor en energía eléctrica es algo que se lleva investigando desde hace varios años. Ya en 2012, hablábamos sobre cómo los científicos habían descubierto un material bueno, bonito y barato a partir de telururo de plomo. Y en 2014, oíamos hablar de la tetraedtrita, un material capaz de la misma función y cuya extracción no suponía un gasto elevado.
Entonces, ¿cuál es la novedad?
La diferencia con otros materiales es que se trata de un material compuesto de niobio, hierro, antimonio y titanio producido a altas temperaturas, alrededor de 1.093º C y que permite producir energía con mayor potencia.
Si los otros materiales producen hasta 5 y 6 vatios de potencia a partir del calor desprendido, este nuevo material puede producir electricidad a 22 vatios por cm2. Como han matizado los científicos, este es un gran avance ya que enfatiza la cantidad de energía obtenible en lugar de la tasa de conversión, algo que no se había pensado antes.
Actualmente, el motor de los vehículos produce altas cantidades de calor que se desperdicia en más de un 60%. Parece imprescindible entonces una mayor investigación en la reutilización de este calor perdido, aunque el motor de combustión tiene los días contados.
Esperemos que el producto no se quede en el tintero por falta de financiación, ya que sería un gran avance para la reutilización de energía. Cierto es que el futuro de la automoción se ha decantado por el coche eléctrico, pero la fuente de esa energía eléctrica puede seguir proviniendo de la quema de combustibles fósiles, por lo que mejor seguir investigando para evitar la emisión de gases de efectos invernadero y mejorar la calidad de vida de todos.
Fuentes: Popular Mechanics, Phys.org