Recapitulemos. Ahora mismo, cerca del 90% de la electricidad mundial se genera por combustión. Por desgracia, los sistemas de generación de energía solamente aprovechan en torno al 30-40% de ella, lo que significa que dos terceras partes se pierden en forma de calor.
Existen algunos materiales termoeléctricos que pueden convertir ese calor residual en electricidad, pero resulta que son tan ineficientes, que no compensa integrarlos en ningún lugar y su uso comercial es muy limitado… Hasta ahora, que los (benditos) científicos han desarrollado un muevo material termoeléctrico que podría ser capaz de capturar parte de esa energía.
Un dispositivo práctico y barato que fuera capaz de transformar el calor directamente en electricidad podría transformar el consumo energético, desde el los coches hasta el de las plantas eléctricas. Los investigadores han creado un material que produce aproximadamente un 20% más de electricidad del calor que anteriores materiales termoeléctricos. Además, para fabricarlo no se requieren técnicas de fabricación difíciles o caras: está hecho de telururo de plomo, que no es prohibitivo.
Piensa en el calor que malgastamos en la actualidad: se arroja a la atmósfera desde los tubos de escape y las chimeneas industriales. ¡Y los materiales termoeléctricos pueden generar corriente eléctrica con ese calor! Hasta ahora, la termoeléctrica ha encontrado algunas aplicaciones comerciales muy especializadas. Además de generar electricidad, puede hacer lo contrario, usando la corriente eléctrica para mover el calor (como en los asientos calefactados de los coches).
Al contrario que anteriores materiales termoeléctricos, este nuevo material, que se describe en la revista Nature, podría ser lo suficientemente eficiente como para que los generadores termoeléctricos resulten prácticos. El material funciona mejor a temperaturas elevadas, unos 650 ºC., que es la temperatura aproximada a la que salen los gases del tubo de escape de un coche que circule a unos 100 km/h. A esa temperatura, el material podría convertir un 20% de la energía que sale del escape en electricidad. Esa energía se podría usar, por ejemplo, para cargar la batería en un vehículo híbrido o reducir la carga del alternador del coche y mejorar el consumo de combustible.
John Fairbanks, gestor de desarrollo de tecnologías en el Departamento de Energía de Estados Unidos, afirma que el nuevo material es «un gran avance», pero avisa de que comercializarlo podría ser un reto. Un dispositivo termoeléctrico necesita versiones tanto positivas como negativas del material. Y el nuevo material solo es de tipo positivo, así que aún necesita su pareja.
Además, los legisladores en Estados Unidos y la Unión Europea sentirán cierto rechazo a incluir un material basado en el plomo en un vehículo, aunque Fairbanks sostiene que la cantidad del mismo será mucho menor que el que se encuentra en una batería normal. El material también se podría usar en industrias y plantas eléctricas para capturar el calor que actualmente se disipa.
Fuente: Northwestern University
Más información y estudio completo: Revista Nature.