Seguimos a vueltas con los coches chinos. La Unión Europea siente que su industria del automóvil está amenazada y no dudó en establecer una serie de aranceles a los coches eléctricos fabricados en China. El argumento, que reciben ayudas y subvenciones por parte del gobierno asiático que hacen que los coches europeos no puedan competir en igualdad de condiciones.
Tras el anuncio de nuevos aranceles, el pasado 4 de julio, que imponía diferentes cantidades en función del grado de información aportada por cada fabricante. Se abrió entonces un periodo que ha acabado con nuevos aranceles… que no son definitivos, ya que están todavía pendientes de cambios en función de los comentarios de las partes interesadas:
- BYD: 17,0%
- Geely: 19,3%
- SAIC: 36,3%
- Otras marcas que han cooperado: 21,3%
- Resto de marcas que no han cooperado: 36,3%
Estas cifras se suman al arancel del 10% que ya aplica la UE a los vehículos eléctricos procedentes de China. Y no son concluyentes, como decíamos, ya que las partes interesadas tienen la posibilidad de solicitar audiencia con los servicios de la Comisión y presentar comentarios hasta el día 30 de agosto.
A partir de entonces, la Comisión presentará la decisión final a los Estados miembros, que votarán según el procedimiento (con efecto vinculante) y las medidas definitivas deben imponerse a más tardar cuatro meses tras la imposición provisional existente. Pendientes aún de esa revisión, una vez que entre en vigor no tendrá efecto retroactivo.
¿Qué puede ocurrir?
Más allá de establecer un impuesto que afecta de modo distinto a distintos actores, está la parte política. Alemania se ha mostrado en desacuerdo desde un primer momento y luchó en contra de los aranceles, temiendo por una guerra comercial… y por los intereses de sus fabricantes en China. Francia se ha mostrado más a favor… al mismo tiempo que frena el avance de coches eléctricos chinos limitando las subvenciones que reciben (una táctica que, por cierto, sale bien). Analizamos esta situación en este vídeo:
La fecha clave es el 30 de octubre. Es entonces cuando los aranceles definitivos deberían publicarse en el Diario Oficial de la UE. Entrarían en vigor un día después por un periodo de cinco años, prorrogables previa solicitud fundamentada y posterior revisión. Estamos en un paso intermedio de esta especie de tira y afloja que, según sus autores, busca «dar una oportunidad a las partes implicadas antes de plasmar los hallazgos en la propuesta definitiva».
Fuente: El Mundo