Estamos en un momento en que las ventas de eléctricos parecen haberse paralizado en muchos mercados. En el nuestro, de hecho, se ha registrado un pequeño descenso en la demanda de esta tecnología, cuando se suponía que iba a ser el paradigma. Las mayores barreras que tienen que salvar los usuarios para llegar a ella son el precio y la infraestructura de recarga. En España la oferta de recarga pública todavía es bastante limitada y por eso nos sorprende ver soluciones como la propuesta por la empresa Gravity.
Se trata de una start-up americana que ha diseñado unos cargadores inspirados en árboles que podrían adaptarse mejor a las calles de futuro. Los han bautizado como DEAP Trees, significando la primera palabra «Distributed Energy Access Points» en relación a su objetivo. Lo que quieren es ofrecer puntos de carga universales para cualquier tipo de coche eléctrico a velocidades muy elevadas. Se ofrecen potencias de carga de 200 y de 500 kW, siendo una red muy superior a otras como los Supercharger de Tesla.
Sin embargo, la principal ventaja de estos cargadores-árboles de Gravity es su forma. Se trata de una especie de farolas, unos postes situados en los bordes de la calle que tienen en la parte superior un brazo oscilante con bisagras. Ahí va el cable de carga que cuelga desde la parte superior para llegar al vehículo eléctrico aparcado en el lado de la calle. Al tener esa posición llega al puerto de carga indiferentemente de dónde esté colocado en el coche y con el mínimo esfuerzo. No habrá que pensar en qué posición aparcar con este sistema.
Cuando finaliza la carga, el cable queda recogido en la parte superior del poste y no molesta al paso de la gente que camine por la acera. Todavía no hay muchos coches que puedan recargar a esas velocidades, pero con 200 kW se podrían conseguir más de 300 kilómetros de autonomía en 13 minutos y luego con la de 500 kW se conseguirían en apenas 5 minutos. El sistema de Gravity también está preparado para ser bidireccional y poder mandar carga de vuelta a la red eléctrica.
Todavía está en fase de proyecto, pero podría ser interesante por su integración en zonas residenciales. También puede convivir con otras soluciones y puede compartir espacio con cámaras de seguridad, iluminación para las calles, repetidores de Wi-Fi e incluso sensores de calidad del aire.
Fuente: Gravity