Los coches suelen tener, salvo alguna excepción, cuatro ruedas. Todos conocemos las motos, que suelen tener dos. Pero desde hace más de un siglo, se piensa en una sola rueda como una solución viable de transporte. Una mirada a través de la historia demuestra que, al menos, ha habido 40 proyectos de monoruedas entre 1867 y hoy.
No cabe duda de la tenacidad de sus inventores. A pesar de su aspecto circense, que parece que ocurrirá un accidente en cualqueir momento, han seguido ideando monoruedas. Imagínate que hubiesen tenido éxito. En lugar de movernos en cajas asentadas osbre cuatro ruedas, las carreteras podian estar llenas de ingenios como estos, un espectáculo para la vista y un reto para los físicos.
Estos son nuestros cinco monoruedas favoritos:
Monorueda Edison-Puton. 1910
El Edison-Puton Monowheel fue construido en París en 1910, y es un testimonio de las maravillos locuras que puede llegar a crear el ingenio humano. Normalmente puedes verlo en el Museo Auto & Technik de Sinsheim, Alemania.
Lo mejor, que parece que funciona. Para demostrarlo, en el desfile anual Cholmondeley, que se celebra en el Reino Unido y que cada año lleva alguna «cosilla» especial, ha añadido este verano este ingrediente exótico. En el desfile de Cholmondeley un piloto se movió por el circuito con este monorueda, que monta un motor de 150 cc De Dion.
Fuente: CPOP
El Dynosphere
Este vehículo eléctrico, que parece una rueda de hámster gigante. Se llama Dynosphere (aunque en ocasiones lo encontrarás escrito como Dynasphere) y fue inventado en 1932 por JH Purves.
Algunos de los modelos Dynosphere funcionaba con gas, pero el modelo para una sola persona (había también biplaza), era eléctrico. Purves dijo que su diseño favorecía el ahorro de combustible, pero incluso aceptando que sus criterios eran ciertos, dudamos mucho de que el Dynosphere fuese un vehículo práctico. Por un lado, el diseño de la jaula hace muy complicado dirigirlo y todo apunta a que sería bastante incómodo para conducir bajo la lluvia.
Además de esto, el Dynosphere no era para cobardes. Como podrás ver en este vídeo de época, había que inclinar el cuerpo hacia fuera de la máquina y rezar para que no se vuelque. Por eso el Dynosphere fue relegado al trastero de la historia, dejándonos antes unas fotos, anuncios y fotos de los prototipos, maravillosas
El tanque monorueda
Los principios del siglo XX me parecen realmente maravillosos. Todo era posible, o se veía como tal. Incluso idear este tanque monorueda (con ruedines, eso sí). Se anunciaba como revolucionario, capar de alcanzar 160 km/h y conseguir un consumo de 0,84 litros a los 100 km. Pero debían parecerle pocas cualidades, ya que además se trataba de un vehículo anfibio. Ese monorueda de acero era capaz de flotar.
Por desgracia, no hemos podido encontrar más información sobre este ingenio. Pero bueno, el hecho de que las Fuerzas Armadas no se desplacen en ingenios así parece indicar que la idea no funcionó del todo bien.
NR-02 El robot patrulla
Las monoruedas no son ideas pasadas. Y como ejemplo, el NR-02, que da una idea de cómo podría ser la aplicación de la ley en las calles del futuro si la tecnología robótica sigue avanzando El robot tiene un aspecto siniestro… Cuenta con unas dolorosas (pero no letales) armas, como proyectiles de gas lacrimógeno y balas de goma para reprimir eficazmente las manifestaciones.
Eso sí, se trata de un vehículo no tripulado, que funciona de manera autónoma utilizando inteligencia artificial y una combinación de GPS y sonar para asegurar que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley están fuera de peligro. A mi me da algo de miedo, que queréis que os diga.
Fuente: Kim Jun Pyo
Trédalo, la monorueda acuática
Chris Todd tiene 35 años y hace un mes intentó caminar 106 km por el mar en esta rueda-balsa gigante llamada Tredalo. Su plan de cruzar el Mar de Irlanda (desde Gales a la costa este de Irlanda, al sur de Dublín), no fraguó debido a las duras condiciones meteorológicas que obligaron Todd a abortar la misión tras ocho horas y media y 42 kilómetros recorridos. Le falló el timón, pero por suerte el barco de apoyo salvó a Todd, y le salvó de caminar 48 horas seguidas, «como correr unos diez maratones«, asegura.
Pero a nosotros lo que más nos interesa es su invento. En principio la pensó para usarla a modo de ocio en lafo, con un bastidor, dos cascos y una rueda de paletas gigante. Soporta 200 kilos de peso y puede alojar dos adultos o un adulto y dos niños cómodamente. Aunque no superó su prueba de fuego, el rendimiento en el Mar de Irlanda ha confirmado que es muy estable incluso con olas de tamaño considerables.
Todd ya investiga cómo mejorar el diseño del timón en condiciones de oleaje moderado o fuerte oleaje. «El diseño actual es más que satisfactorio para los lagos y aguas interiores», confirmó Todd. Y por eso quiere ya lanzar las balsas Tredalo al mercado. Aunque no tiene precios finales en su web, ya se pueden hacer pedidos. La verdad, parece divertido.
Fuente: Tredalo