Un problema que dificulta la adopción de coches eléctricos es el tiempo necesario para llenar sus baterías. En estos momentos, se necesita, como mínimo, alrededor de media hora para los eléctricos equipados con la carga más rápida. Los científicos creen que este tiempo se puede reducir significativamente ajustando los algoritmos de carga.
Cuando se habla de vehículos eléctricos, muchos creen que, cuanto mayor sea la autonomía, mejor. Una forma sencilla de mejorarla es instalar una batería más grande. Pero esto aumenta significativamente el precio de venta y hace que recargarla sea un dolor lento y prolongado, a menos que haya una estación de carga rápida disponible. Aun así, llenar la batería de un coche eléctrico lleva alrededor de media hora para los modelos más avanzados, mucho más de lo que el conductor promedio necesita para llenar el depósito de combustible.
Los mejores vehículos eléctricos emplean una arquitectura eléctrica de 800 voltios para maximizar el consumo de energía y pueden cargarse con hasta 350 kW de potencia. Esto podría, en teoría, llenar un 70 % batería en poco más de 10 minutos. En la práctica, esto no sucede así porque el coche solo usaría toda su potencia durante un período de tiempo limitado. Las consideraciones como el calor y la seguridad limitan la corriente cuando la batería está casi vacía o llena. Es por eso que un vehículo eléctrico carga más rápido entre 20 % y 80 %.
Asimismo, cargar el último 20 % de la batería lleva casi el mismo tiempo que se tardó en llegar al 80 % desde vació. Los científicos trabajan para mejorar los algoritmos de carga para permitir que un eléctrico pueda estar más tiempo generando la mayor potencia. Es más o menos lo que hacen los fabricantes de teléfonos móviles para permitir que una cantidad increíble de energía cargue rápidamente, en 10 minutos o menos. Al fin y al cabo, como los depósitos de gasolina o diésel, rara vez lo llenamos a su máximo para vaciarlo al completo.
Eric Dufek, del Laboratorio Nacional de Idaho, EE. UU., y sus colegas, han empleado algoritmos de inteligencia artificial para aprender cómo alterar varios parámetros de carga que afectan el envejecimiento de la batería con el paso del tiempo. Usando este método, el equipo ideó un nuevo protocolo que puede cargar la batería de un coche eléctrico de 0 al 90 % en 10 minutos mientras protege de forma simultánea la salud a largo plazo de la batería.
Su algoritmo se modeló en un ordenador, pero los resultados se verificaron en baterías reales y confían en que puede funcionar. Al ser, básicamente, un cambio de software en la forma en la que el coche gestiona la carga de energía, sería fácil de implementar en todos los modelos eléctricos existentes. Como expresa uno de los miembros del equipo, es una “mejora sin que aumente el precio” posible gracias al uso de la tecnología y la infraestructura existentes.