Las ventas de coches nuevos en el mercado de Rusia podrían caer hasta un 50 % en 2022 como consecuencia de las sanciones económicas que se imponen al país en respuesta a su invasión a Ucrania. Así lo afirma Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación Automotriz de Duisburg, Alemania, quien recientemente publicó un estudio donde se indica que la severa devaluación del rublo tendrá un impacto significativo en el mercado automotriz ruso.
De acuerdo con el medio local Automobilewoche, el estudio sugiere que, si China ofrece ayuda a Rusia, las ventas podrían reducirse solo en un tercio, pero que resultará en un duro golpe de cualquier manera. Sin embargo, esta no será la primera gran recesión que golpea a Rusia en la memoria reciente. A raíz de la crisis económica mundial surgida en 2008-2009 y de la anexión de Crimea por parte de Rusia, el país más grande de oriente se enfrentó declives similares.
El Centro de Investigación Automotriz informa que el año pasado se vendieron 1,67 millones de vehículos nuevos en Rusia, lo que equivale al 2,3 % de las ventas a nivel global. Los mayores proveedores del mercado fueron la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi (accionista mayoritario de Lada) y el Grupo Hyundai (que incluye a Kia). A finales de la semana pasada, Renault indicó que la producción en algunas de sus plantas podría verse igualmente afectada por la crisis.
El fabricante francés es propietario de AvtoVAZ, que produce vehículos Lada. Ni él, ni el Grupo Hyundai se encuentran entre los fabricantes de coches que han afirmado estar deteniendo las exportaciones a Rusia luego de su invasión de Ucrania. Mercedes-Benz, BMW, Honda, Toyota, Mazda, el Grupo Volkswagen, Ford, General Motors, Jaguar, Aston Martin y Volvo son algunas de las firmas automotrices que declararon que detendrán las ventas en Rusia, de momento.
Eso nos indica que también podría afectar las ventas de 2022. Sin embargo, los retrasos en la producción causados por el conflicto provocado por Putin también han causado interrupciones en las líneas de suministro fuera de Rusia. La invasión de Ucrania y las sanciones posteriores aplicadas al país por Reino Unido, Europa y Estados Unidos han creado aún más interrupciones para una industria automotriz que ya está acosada por problemas en la cadena de suministro y la incertidumbre del mercado.
Varias marcas han detenido la exportación de automóviles nuevos a Rusia según las sanciones acordadas. Otras han cerrado temporalmente plantas en Rusia, Ucrania y más ampliamente en Europa, citando una interrupción adicional en sus líneas de suministro creada por el conflicto. Esto será un duro revés para el país invasor, puesto que, con 1.666.780 vehículos vendidos a lo largo de 2021, se trataba del octavo mercado automotriz más grande del mundo, por delante de Francia, Reino Unido y Canadá.
Las sanciones, además, congelan los activos de una serie de individuos rusos de elevado poder adquisitivo, algo que también perjudicará a los proveedores de vehículos de ultra-lujo como es Rolls-Royce, Bentley o Mercedes-Maybach. Mientras tanto, Kamaz, el fabricante de camiones local que suministra los vehículos al ejército ruso, ha sido objeto de discusión en la industria. Mercedes-Benz ha buscado despojarse de su participación del 15 % en el negocio, y Cummins (que suministra motores) no ha dicho nada al respecto.
Es muy probable que en los próximos días se vean más anuncios de fabricantes de automóviles en respuesta tanto a las sanciones hacia Rusia como a los cierres de producción debido a la escasez de piezas y la crisis de microchips. Posiblemente, el mercado automotriz ruso sufra un duro revés si continúa con su política imperialista.
Fuente: Automobilewoche, Autocar