El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José Luis López-Schümmer, apuntó la semana pasada que los planes de incentivos del Gobierno a la compra de automóviles dejarán de ser necesarios cuando se alcancen 1,2 millones de matriculaciones anuales en España, lo que ha confiado en que puede ser en 2016. De momento, ya está confirmado el PIVE 6 para lo que queda de año y un PIVE 7 para 2015.
Mientras que este año se espera acabar con unas 850.000 matriculaciones, López-Shümmer ha estimado que el año que viene se va a rozar el millón de turismos vendidos y que entre 2016 y 2017 se pueden alcanzar los 1,2 millones. «Cuando haya confianza y estemos en un ritmo normal de 1,2 o 1,3 millones de matriculaciones no harán falta estos 1.000 euros que aporta el Gobierno», ha manifestado el también presidente de Mercedes-Benz España.
Ha argumentado que los países occidentales con una renta por cápita similar a la de España venden entre 35 y 40 coches por cada mil habitantes, mientras que en España ahora se venden unos 15, y el mínimo sería llegar a 25, lo que supondría estos 1,2 millones de matriculaciones y a partir de cuando el sector podría vivir «sin respiración asistida».
En cuanto a la producción, ha señalado que este año se cerrará con 2,4 millones de coches fabricados en las 17 fábricas españolas, que en 2015 se alcanzarán los 2,6 millones, para ir acercándose al objetivo de los 3 millones, pero ha subrayado que si España quiere mantener su cuota del 4% de las ventas mundiales en el mundo deberá aumentar esta cifra a partir de 2020, ya que también aumentarán las matriculaciones globales.
En este sentido, ha instado a no caer en la «autocomplacencia» y seguir mejorando la competitividad de las plantas españolas para seguir atrayendo inversión, ya que ha constatado que las fábricas están actualmente entre el 75 y el 80% de su capacidad, lo que permitiría crecer incluso con la capacidad instalada.
Entre las reclamaciones que el sector hace al Gobierno destacan la supresión del impuesto de matriculaciones y también una modificación legislativa para agilizar la entrega de los vehículos en caso de impagos, como ocurre en Alemania, donde las financieras y los bancos recuperan los coches inmediatamente si el comprador no paga, lo que permite volver a ponerlo rápidamente al mercado. López-Schümmer asegura que en España se tardan meses e incluso años en recuperar los coches en casos de impagos, lo que ha argumentado que supone que los bancos y financieras apliquen tipos de interés más elevados y mucha más denegación de financiación de coches, algo que cambiaría si se pudieran recuperar más rápido. Sin embargo, ha admitido que no lo ve viable a corto plazo por ser una medida «impopular», y aún más con los casos de desahucios que se han dado durante la crisis.
Fuente: ANFAC