Guardando las distancias con los incidentes producidos en varias aerolíneas, lo que tenemos claro es que esto de las cajas negras puede ser de gran utilidad si lo incorporamos en la automoción, aunque por supuesto, todo tiene sus pros y contras. Volkswagen y Audi entran en este campo la incorporación de la DiBox, una caja negra que mantendrá el coche totalmente conectado a la red. Por ahora solamente en el mercado austríaco con un lanzamiento de prueba de 6.000 unidades.
En EE.UU. es una práctica habitual, ya que los fabricantes tienen vía libre para la comercialización de esta tecnología. En Europa, será la primera vez que se haga algo parecido, y por eso creemos necesario explicar en qué consiste esta tecnología.
Si en el futuro decidimos incorporar una caja negra en nuestro vehículo, debemos saber que registrará todos nuestros viajes y trayectos. Es como una especie de disco duro que almacena todos estos datos que, como no, estarán accesibles desde nuestro smartphone. Algo interesante, pues se podrían localizar con mayor facilidad los coches robados (siempre y cuando no anulen las señales emitidas por estas cajas), e incluso recordar a aquellos conductores más olvidadizos, dónde han dejado el coche aparcado.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Dejando de lado el hecho de que te pueden caer numerosas multas, la información que transmitiría nuestro vehículo sobrepasaría nuestra imagen preconcebida que tenemos de un coche, el cual en la actualidad no informa de nuestros hábitos a las compañías.
Pasando de las disputas éticas, estas DiBox las podrán adquirir los conductores por un precio de 299 euros añadidos al precio final del vehículo, más una suscripción anual de 49 euros. La compañía Telekom Austria, recibiría esas cuotas anuales como si fuese una compañía telefónica (entiéndase el contexto).
En síntesis, es una tecnología que no está hecha para todo el mundo. Si la ayuda de mantener un registro de los trayectos y localización del vehículo, supone una gran ventaja para el conductor, sin lugar a dudas demandará este servicio. Por el contrario, aquellos conductores que no quieran arriesgarse a compartir la información de su vehículo, no es un sistema apropiado. Aunque, al fin y al cabo, en el futuro es muy probable que todos los coches estén obligados a tener instalados estas cajas negras.
Fuente: Telekom