Dentro de una semana, una nueva medida del Gobierno hará factible lo que hace unos meses nos hubiese parecido realmente imposible, conducir por autovías y autopistas a menos de 110 km/h. Una medida que viene dispuesta a ofrecernos ciertas ventajas que, a priori, resultan incomprensibles. Tales como una menor contaminación, un menor gasto de combustible y una menor siniestralidad. Pero, ¿son ciertos y reales estos argumentos? Resulta más que evidente que estamos ante una iniciativa realmente inverosímil. De ahí que las voces discrepantes no se hayan hecho esperar.
Entre ellas destaca la del piloto español Fernando Alonso, que ha salido al paso de forma crítica: “No soy partidario. Para ahorrar consumo hay otras medidas bastante más eficaces que estas y para ahorrar contaminación, que es el problema base que tenemos también como por ejemplo restringir el tráfico en las ciudades en función de las matrículas pares o impares”, afirmó. Además, según el piloto asturiano a esto hay que sumarle que «a 110 kilómetros por hora, en cuanto a la atención, es incluso difícil mantenerse despierto”.
Hay quienes directamente, al escuchar estas palabras, no han querido plantearse ninguno de esos comentarios de forma razonable y han optado por alarmarse ante las afirmaciones del piloto de Fórmula 1. Quizá porque ha sido capaz de desmantelar unas ventajas que a fin de cuentas no son tales. Y muestra unas desventajas que sí se deberían de tener en cuenta. Y es que, ¿alguien se ha planteado lo que debe ser conducir a 110 km/h durante varias horas por esas autopistas de horizonte interminable? ¿Dónde queda la atención del conductor?
De momento se trata de una medida puntual para una reducción en el consumo de combustible ante la complicada situación política de nuestros proveedores. Esperemos que se quede en eso, en un hecho puntual, una anécdota que no vaya más allá y que en pocos meses volvamos a un máximo de velocidad más coherente. Si no, habría que comenzar a plantearse de qué sirve una mayor potencia en un vehículo o el pago de un peaje. Temas que los usuarios no terminan de comprender.