Toma nota: A partir del 7 de marzo el el límite de velocidad máxima en autopistas y autovías será rebajado de 120 km/h a 110 km/h.
Si hace unas semanas contábamos que se podía ir en autopista hasta a 135 km/h (sin temor a ser multado), eso también cambia. Desde el 7 de marzo los radares empezarán a multar a partir de los 122 km/h. Eso sí, no te preocupes por los tus puntos. Sólo restará puntos superar los 152 hm/h reales, como hasta ahora.
¿Y a qué viene este bandazo y este cambio de parecer? Pues al ahorro energético. Las revueltas de Libia han hecho que se disparen los precios del petróleo. Se calcula que a España eso le supone pagar 6.000 millones de euros más de factura energética, de ahí que el Consejo de Ministros haya tomado esta medida.
¿Y supone un ahorro real? El Gobierno calcula que esta medida supone reducir un 10% el consumo de diésel y un 15% de gasolina. Como medida compensatoria el Ejecutivo anuncia una rebaja de un 5% en el precio de los billetes de tren (sólo cercanías y trenes de media distancia, no afecta al AVE).
Esto va a suponer varios cambios. En principio, las señales de velocidad. Sí, van a cambiarse. Lo cual no deja de ser un tanto curioso dado que esa medida del Gobierno es para ahorrar y desde el Ejecutivo se asegura que cuando los precios del petróleo retomen sus cauces normales, se volverán a cambiar. Lo único que se mantendrá será subir el uso de biocombustibles (de gasolina y gasóleo) hasta el 7% (ahora en el 5%).
Pero hay más. Como bien indican desde el Blog Aloisius, al ir más despacio, se tarda más. Y el tiempo es dinero. El autor de este blog realiza un cálculo: Vamos a suponer un valor por persona de 9€/h, que es más o menos lo que propone HEATCO (que fija más o menos los estándares europeos) para commuters en España. En un trayecto de 100 km, si se circula a 110 en vez de a 120, perdemos unos 4:30 minutos. Esto quiere decir que, a 9€/h, 4:30 minutos. 0.68€ perdidos, en 100 km.
Esto va a traer cola… Sobre todo, porque hace nada, se han eliminado subvenciones a las energías renovables, las mismas que restan dependencia del petróleo. El oro negro que nos mueve ahora hace temblar los cimientos de nuestra economía, que han disparado los precios de los bienes industriales y promete subidas inminentes de bienes y servicios.
Vía: La información. Aloisius Blog