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Nacho Teso

¿Dónde están los humanos en Cars? Otra teoría del filme de Pixar

¿Dónde están los humanos en Cars? Esta es una de las muchas preguntas que los aficionados a Pixar se pueden hacer. El universo del estudio de animación es muy amplio, así que las conspiraciones se agrupan. La teoría del universo conectado es una de las más populares, uniendo todas las películas que han hecho en Pixar. Sin embargo, los hay que prefieren buscar sus propias alternativas y explicaciones.

¿Por qué los ojos de los coches de Cars están en el parabrisas y no en los faros? A algunas personas, esta pregunta les ha atormentado desde el estreno de la primera parte en el año 2006. Teorías como la mencionada no dan un motivo para que esto suceda, así que Jason Torchinsky de Jalopnik ha decidido que era hora de sacar la verdad a la luz.

Y esa verdad es espeluznante.

La pregunta: ¿dónde están los humanos en Cars?

La cultura de los coches de la franquicia se asemeja en muchos niveles a la nuestra. Los países que componen su mundo, sus rasgos característicos, sus infraestructuras, el diseño de los propios vehículos… Todo responde a diseños humanos, pero no vemos ninguna clase de animal durante el transcurso de las películas.

Pero, ¿por qué un universo poblado por coches tendría un diseño urbano y social creado por humanos? La teoría indica, con esto, que el universo de Cars es nuestro mundo, pero en el futuro. No puede ser de otra manera porque si no, los coches tendrían un diseño diferente. Idiomas, estilo de escritura… Todo humano. Jason llega a una única conclusión: hay humanos dentro de los coches de Cars. Los humanos son los coches. Y lo representa con la siguiente imagen:

La respuesta: Teoría del Homúnculo, o cómo evolucionaron los humanos en Cars

Os damos unos momentos para reflexionar sobre la imagen que acabáis de observar. El humano dentro del coche no conduce meramente el vehículo. Es el vehículo, está conectado a él y la parte externa funciona a modo de exoesqueleto. La estructura del automóvil le protege del exterior, mientras que una serie de máquinas le permiten sobrevivir en el interior y vivir con «normalidad».

¿Cómo se llega a esta situación? Jason desarrolla su Teoría del Homúnculo para explicar cómo los humanos evolucionaron hasta esta forma quasi-cibernética tan espeluznante. Sitúa los inicios en la era actual, con la llegada de los coches autónomos a nuestra sociedad humana. Estos vehículos empujaron a los automóviles tradicionales y sus fieles más acérrimos de las urbes, donde ya no tenían sitio en las carreteras.

Los conductores más tradicionales se alejaron, se convirtieron en un nicho. Fuera de las zonas de dominio del coche autónomo, eran libres para conducir a la antigua usanza. Entonces tuvo lugar alguna clase de desastre biológico que afectó mayoritariamente a las ciudades, que concentraban la mayoría de población. El aire se había vuelto tóxico.

Los conductores tradicionales, alejados de esas zonas, pudieron reaccionar más o menos a tiempo. Se vieron también obligados a vivir más tiempo dentro de sus coches para protegerse del entorno nocivo que había matado a la mayoría de humanos y animales. Las interfaces cibernéticas empezaron a desarrollarse para facilitar el nuevo statu quo.

La relación entre hombre y máquina se hizo cada vez más fuertes. Los humanos pasaron a ser incubados del mismo modo que los coches eran fabricados, pasando toda su vida conectados y olvidando que hubo un tiempo en el que no era así.

Poco a poco todas las partes se unieron. El cerebro se conectaba a la máquina para controlar todo, los residuos creados por el humano se expulsaban al exterior, además de poder convertir los hidratos de carbono del combustible en energía para el humano dentro del vehículo. Además, un visor conectaba los ojos con el parabrisas, lo que explica por qué los ojos están ahí y no en los faros.

Olvidados en el pasado: nadie se da cuenta de la realidad

Esta Teoría del Homúnculo se completa con una última revelación: los coches no son conscientes de lo que ocurren. Llevan tanto tiempo viviendo así que para ellos no existe otra cosa. No entienden que hay algo llamado «humano» dentro de ellos, del mismo modo que para esos humanos no existe algo diferente llamado «coche».

Son un único ente. Son un nuevo tipo de ser vivo, y los humanos y coches tradicionales han quedado en el olvido del tiempo. La cultura está concebida tal y como fue ideada hace mucho tiempo y se fueron adaptando a ella hasta que la tomaron como propia.

Hasta aquí llega la Teoria del Homúnculo, que explica dónde están los humanos en Cars. Una teoría increíblemente disparatada y aterradora, cuyo origen radica en explicar por qué los ojos están donde están en el universo de Cars. Y una buena manera de amenizar la espera hasta el estreno de la tercera entrega de la saga.

Fuente: Jalopnik

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