Uno de los coches que más importancia ha tenido en la sociedad americana es el Ford Mustang, un icono para todos aquellos que aman los coches y que en 2014 cumple nada menos que 50 años. Esta es la historia de la primera venta al público del primer Ford Mustang. Solo un avance, imaginaos que estáis en un concesionario dispuesto a comprar un coche, y que por mucho que mires no te termina de convencer ninguno. De repente aparece el vendedor y te dice que tiene un coche que acaban de recibir y, por arte de magia, aparece un Ford Mustang convertible de 1964. ¿Qué harías?
Eso es lo que le pasó a Gail Wise, la protagonista de esta historia, que cuenta cómo el error de un vendedor puso al servicio de un consumidor que no tenía ni idea de la repercusión que tendría lo que estaba comprando, el primer Mustang convertible de 1964. Gail lo compró un par de días antes de que el presidente de Ford, Lee Lacocca, introdujera el coche en la Feria Mundial de aquel año.
En abril de 1964 Gail Wise (por aquella época era Gail Brown, ya que no se había casado con el que hoy es su marido, Tom Wise) era una maestra de escuela de 22 años en busca de su primer coche. Ella visitó el concesionario Ford en Chicago y después de caminar sin que nada la convenciese, un vendedor le comentó que tenía un nuevo coche en el lote trasero, un convertible Ford Mustang azul claro con motor V8 260 y capota eléctrica.
Gail salió de aquel concesionario con su nuevo Mustang sin tener la menor idea de la popularidad de dicho vehículo. La gente, como era de esperar, la paraba en la carretera para ver el coche. Entonces fue cuando Gail se dio cuenta de que aquel Ford Mustang tenía algo especial. Más tarde, Gail se casó y el coche fue a parar a manos de su marido Tom, el cual lo utilizaba para el transporte diario. Posteriormente, Gail y Tom tuvieron dos hijos y no fue hasta 1979 cuando el coche quedó almacenado en su garaje, para que luego se convirtiese en el retiro dorado de Tom.
En 2006 Tom escuchó algo muy curioso. Un comerciante de Chicago había comentado que él fue el que vendió el primer Mustang de la historia y ofrecía como documentación los papeles de compra fechados el día 16 de abril de 1964. Ante esto, a Tom le picó la curiosidad y al llegar a casa encontró los papeles que, afortunadamente, databan su compra un día antes, el 15 de abril de 1964. Seguro que Tom respiró aliviado y pudo confirmar que su esposa Gail había adquirido el primer Mustang de la historia. Afortunadamente el coche de Gail y Tom recibió un título por haber sido el primer Mustang en haber sido vendido al público.
Después de llevar a cuestas la friolera de 68.000 millas en su odómetro, el Mustang estuvo durante cuatro años en una taller de restauración con el objetivo de ponerlo en condiciones óptimas nuevamente. Más tarde, este vehículo se ha dejado ver en diferentes ferias y auto shows, acompañado de sus nietos.
Sorprendentemente la familia no ha querido obtener una cantidad importante de dinero por el coche (tampoco creen que les haga realmente falta). Ellos prefieren disfrutarlo, pese a que está a punto de cumplir 50 años, y así conservar el recuerdo de cómo consiguieron este Mustang.
Fuente: Aol Autos