Casi cualquier conductor, hasta un 90% según los datos recién publicados por la consultora Dekra, considera que hablar por el móvil mientras se conduce aumenta la probabilidad de sufrir un accidente. Sin embargo, a pesar de esa certeza, una vez más, las conductas no reflejan esa opinión.
El mismo estudio refleja que hasta un 26% de los automovilistas sigue respondiendo a llamadas dentro del vehículo, sin utilizar dispositivos de manos libres. De hecho, uno de cada cinco encuestados afirma que habla por el móvil, a pesar de que sea peligroso o esté completamente prohibido.
El uso de los «manos libres» no se haya tan generalizado, como era previsto esperar, ya que hasta un 41% de los conductores jóvenes afirma que prefieren coger el teléfono, en vez de adquirir uno de estos aparatos, debido a que lo consideran muy caro. Entre el total de conductores, ese porcentaje baja hasta el 31%, una cifra que sigue siendo tremendamente elevada.
Sin embargo, las trabas percibidas por los usuarios no terminan ahí, otras respuestas aludían a la incompatibilidad con el propio teléfono, un 24%, o, las más preocupantes, a la falta de control por parte de las autoridades, un 20% del total de los individuos. Eso nos aclara que la creencia sobre si es probable que nos «pillen» con el teléfono en la oreja.
Como el propio trabajo de Dekra aclara, ni siquiera el uso del manos libres elimina por completo el riesgo de accidentes, pero hacerlo sin él, multiplica exponencialmente esas probabilidades. Las recomendaciones nos indican que hablando a través de los dispositivos apropiados, sigue siendo aumentar la distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede. Por supuesto, los riesgos son mucho más evidentes a la hora de marcar, mirar para la pantalla para leer mensajes y situaciones por el estilo.
A pesar de todas estas «obviedades» y el peligro mortal que conlleva, el uso del móvil al volante sigue presente en nuestras carreteras, por desgracia para quienes lo usan y para el resto de usuarios.
Vía | Globedia