Las bajas matriculaciones en España en 2022 se debieron, en gran parte, a la falta de componentes (sobre todo microchips). Eso impidió que hubiese stock y los precios subiesen al no poder atender la demanda. Ahora, parece que el desajuste en 2023 vendrá por parte de la logística. En las fábricas y puertos se agolpan coches fabricados esperando llegar a destino. ¿El motivo? Desde 2019, antes de la pandemia, hay un 25 % menos de camiones portavehículos.
Tal y como explica a EFE el presidente de la asociación Transportave, José Manuel Peña, en 2019 había en España entre 3.400 y 3.500 camiones para el transporte de vehículos. Hoy, apenas 2.700. Se trata de vehículos caros (entre 240.000 y 250.000 euros), en algunos casos el doble que un camión equivalente. Con un mayor coste de mantenimiento y de seguro de la mercancía, según dicen los camioneros. Y los portes no están siendo pagados, denuncia Peña.
Al aumento de costes hay que sumar la lenta recuperación del ritmo de producción. Ante la menor carga de trabajo, se abandonaron camiones que ahora son necesarios ante un mayor pico de trabajo. El resultado, que coches acabados no llegan a los concesionarios que los tienen asignados.
Este problema ya empezó a sentirse a finales de año, tal y como denunciaba la patronal de concesionarios Faconauto y de distribuidores, que informaba de cuellos de botella en el transporte de vehículos desde fábricas o desde los puertos y que provocó descensos en el número de coches nuevos matriculados en diciembre (apenas 73.927 unidades, un -14,1 % que en diciembre de 2021).
Ya hay grandes cantidades de vehículos agolpados en puertos. En El Diario Montañés leemos que el 22 de diciembre se almacenaban unos 15.000 coches, con graves problemas de espacio. Y en La Voz de Galicia vemos que a finales de año la terminal de Bouzas en el puerto de Vigo debía tirar de espacios inéditos para acumular coches de Setellantis fabricados.
Fuente: EFE