Sustituir un motor V8 de gasolina por un motor eléctrico es raro pero no imposible. Así, podemos decir que en el año 2016 ha nacido el primer Ferrari completamente eléctrico. Se ha construido sobre la base de un 308 GTS, el modelo de los año 70, pero hay que decir que no es obra de las mentes ingenieras de Maranello, sino de una compañía estadounidense, Electric GT que se ha atrevido a colocar tres motores eléctricos en el lugar del motor original.
La historia es curiosa ya que este proyecto nace después de que un Ferrari 308 GTS matriculado en 1978 quedará inservible después de que un incendio arrasara su mecánica. Precisamente el propulsor fue el mayor afectado en el incendio del vehículo, ya que el fuego se originó en el compartimento del motor y lo que hizo la compañía fue recuperar lo que había quedado y cogiendo piezas de diferentes modelos de Ferrari y colocando un motor eléctrico procedente de Porsche conectado a un caja de cambios manual de cinco velocidades, crearon algo único, eléctrico y con pintaza de deportivo clásico.
Te dejamos el video para que admires el primer Ferrari cien por cien eléctrico. Sólo hay un ‘pero’ para este cavallino: El silencio de su motor.
Aunque no haya salido precisamente de la casa de Maranello, el motor V8 del 308 GTS original ha dejado paso a un motor eléctrico de 275 CV con 447 Nm de par motor. La caja de cambios asociada al motor es una G50 de cinco velocidades proveniente de un Porsche, lo que hace a este Ferrari eléctrico aún más especial al tener cero emisiones y ser manual.
El paquete de baterías que alimenta a este bautizado ya como GTE es de 28,5 kW, que le dan una autonomía de entre 130 y 160 kilómetros, aunque la compañía asegura que en estos momentos trabaja en el desarrollo de una pila más potente que alcance los 75 kWh. Al nivel de Tesla… ojo con ellos.
En definitiva, un gran aplauso a estos ingenieros por un trabajo tan bien hecho para devolver a la vida un coche siniestro total y que desde ahora marca un hito tecnológico. Cuenta con una serie de modificaciones que afectan al chasis -más firme- y a la imagen exterior, donde figuran unas llantas procedentes del Ferrari 360. Las luces delanteras en color morado no pegan absolutamente nada con el Ferrari pero bueno, será cosa de los americanos, un detalle a mejorar. Por lo demás, sólo el silencio de su motor ¡melodía para los oídos! lo distingue del 308 GTS de antaño.
Vía: Ecomotor