¿Os acordáis de esa primera parte? Esa en la que describimos al Ford Sierra con una silueta especial que comenzó su circulación por el mercado de forma dubitativa. Un esfuerzo de ingenieros de Ford que estuvo a punto de fracasar pero que el público fue capaz de reconocer como un gran modelo. Quizá se necesitó algo más de tiempo, pero finalmente, cosechó grandes cifras y recuerdos.
Si no recuerdo mal, nos quedamos hacia 1983. Fue en este año cuando Sierra consigue un buen puesto en el concurso europeo “Coche del año 1983”. Su posición, segundo lugar. Nada mal, ¿no? En total runióe la cantidad de 386 votos, frente al ganador, Audi 100 que consigue 410 votos. Vemos que la diferencia apenas fue de 24 votos.
Pero 1983 apenas acaba de comenzar porque después, en el Salón de Frankfurt, en Alemania, fue presentada su versión en tres puertas. Tenía unos enormes vidrios laterales. Eso sí, llevaba las mismas motorizaciones presentadas en el 82. Será unos meses después, en marzo, cuando se lance al mercado la XR4i, con tres ventanas laterales, plásticos en los laterales de la carrocería y alerón biplano. Aunque, sin lugar a dudas, lo más destacado era que incorporaba el V6 de 2.8i Litros «Cologne». 150 CV.
Característico modelo de los años 80.Un año más tarde, en 1984, el modelo pisa tierras sudafricanas. El modelo elegido fue el Sierra XR6 de 3.0 Litros y 140 HP. Además a esta versión le acompaña también el V8 de 205 HP, denominado XR8. No fue un auténtico bombazo, apenas se produjeron unas 250 unidades. Pero el salto al resto de mercados era innegable.
Será en 1985, en el Salón de Ginebra, en Suiza, donde se presentará la versión XR4x4. Una carrocería de 5 puertas y con tracción integral permanente en las cuatro ruedas. Los modelos, junto al paso del tiempo, iban mejorando. Y el público apoyaba la calidad.
1986. Abril. Se lanza al mercado el Sierra Estate Ghía 4×4 (Rural). Julio. El mercado automovilístico es testigo de la llegada de la versión más deportiva del Ford Sierra, RS Cosworth. Su motor, un 2.0i Litros DOHC desarrollado por Cosworth. Consta de un Turbocompresor Garret T3 e intercooler. Con 204 CV. Impresionantemente perfecto.
La versión RS llegó con una carrocería de tres puertas y enormes ventanas laterales. A pesar de estos estupendos datos, también contaba con una pequeña limitación, su gama de colores. Sólo ofrecieron a los compradores tres únicos colores: Negro, Blanco y Azul Piedra Lunar. Sólo se llegaron a fabricar 5545 unidades, en Genk, Bélgica.
Y claro está, esta versión tan especial no podía quedarse en un único intento. En 1987 se presentará una renovación, el RS 500 de 224 CV. ¿Cuántos se fabricaron? 500 unidades. 500 unidades para 500 afortunados.
Este modelo obtuvo numerosos logros deportivos. Se fabricaron 500 unidades porque era la cifra necesaria para cumplir con las normas de homologación. De esta forma, se daba por hecho la posibilidad de competición en el Grupo A de Rally. Para esta nueva etapa fue la fábrica Aston Martin Tickford quien se encargó de su producción.
Como cualquier modelo el Ford Sierra también tuvo que parar en seco y sufrir un lavado de cara. Necesario o no, ¡quién sabe! Pero se hizo. 1987 será el año en el que el Sierra aparezca renovado junto a unas luces envolventes y con una nueva ubicación de giro al lado de las ópticas.
La parte trasera también sufría evoluciones, cambiaba el formato de luces y el panel de cola. Contaba con unas ventanas 15 mm más altas. Además, la gama Sierra ’87 llegaba con un cuatro puertas. Esta misma carrocería sería la elegida para desarrollar el Sierra más potente: Sapphire Cosworth.
Por supuesto los motores también tuvieron su pequeña revolución, entre ellos apareció un 1.8 litros de 90 CV DIN.
Europa. 1988. En este año verá la luz la versión del Sierra Cosworth, denominada Sapphire, con la fabricación de 13140 unidades. Dos años más tarde será reemplazado por Sapphire Cosworth 4×4, del cual se fabricaron 12250. En 1992 irá perdiendo fuerza.
En la primavera de 1989 se lanza la versión GLS de la XR4x4, junto a una nueva motorización: V6 de 2.9i de 150 CV. En este mismo año, en Inglaterra, veían la luz en su mercado, las versiones L, GL y un LX en carrocería tres volúmenes.
En 1990 volvía a padecer un nuevo lavado de cara. Especialmente en la trompa. El motivo principal, la necesidad de introducir una entrada de aire mayor entre las luces (limpiafaros en las versiones con total equipación). Además se incorporaba una nueva motorización de 2.0i y 125 CV. Y sobre esos detalles decorativos y funcionales, el que más destacó fue un nuevo panel de instrumentos que incorporaba la regulación en altura del volante. Una mayor comodidad para el conductor.
Por desgracia para todos los amantes de este modelo, 1992 será el año en el que comience su desaparición mundial. Los primeros en tomar cartas en el asunto fueron los mercados de Sudáfrica y Nueva Zelanda. Allí sería reemplazado por el Telstar. ¿Mejor? ¿Peor? Claramente irremplazable, sea el modelo que sea.
Tras estos movimientos en diversos mercados, en febrero de 1993 se decidió poner punto y final a la producción del Ford Sierra en Europa. El modelo o el nuevo diseño elegido para su reemplazo, el Ford Mondeo. ¿Comparable? Nunca. A pesar de que en 1994, Mondeo, sea seleccionado como “Coche del Año 1994”.
Opinión subjetiva: Si decidimos eliminar un modelo del mercado, no saquemos otro en su lugar. El Ford Sierra siempre será un modelo irremplazable que quedará guardado en el corazón de todos los amantes de su estructura y sus motores.
Sin lugar a dudas, Sierra, tenía una fuerza y una garra que ningún otro modelo de la casa Ford ha conseguido cosechar.
El Sierra, aún hoy, es capaz de conseguir que cuando veo un modelo aparcado en alguna calle, perdida del mapa, gire mi cabeza y deje mi mirada clavada en él.