Aunque en un principio la producción de la planta de ensamblaje de Bahovitsa, a 150 kilómetros de Sofía, estará inicialmente destinada, casi en su totalidad, al mercado búlgaro y el de los Balcanes, se espera que a no mucho tardar sirva de “punta de lanza” para abrir mercado en Europa.
Como ha declarado la presidenta de Great Wall Motors, Wang Fengying: “El siguiente paso, entre tres y cinco años, es ofrecer una gama de modelos que se ensamblarán en Bulgaria y se introducirán en el resto de los países europeos».
Esta primera factoría de Great Wall Motors en Europa es fruto de un acuerdo de cooperación, firmado (en presencia el vicepresidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov) en otoño del año 2009 en Sofía, capital de Bulgaria, entre la compañía china y el consorcio local Litex Motors. Sobre la base de este contrato Litex Motors inició la construcción de una fábrica para la producción de vehículos con una superficie total de casi 500 hectáreas y una inversión inicial que ronda los 80 millones de euros. En noviembre de 2011, la planta búlgara produjo su primer coche de “preserie”, y es ahora con la inauguración oficial de la factoría cuando comienza la producción en masa de los vehículos para los mercados locales. En un principio los modelos que saldrán de la cadena de montaje serán tres: el compacto Voleex C10, el SUV Hover H5 y el pick-up Steed 5 (en dos configuraciones, tanto en cabina simple como doble), y con unos precios de venta al público que oscilarán entre los ¡¡8.000 y los 15.000 euros!!.
Según informan fuentes de la compañía china, los vehículos que se producirán en Litex Motors serán fabricados específicamente para los países de la Comunidad Europea y, consecuentemente, dispondrán de todos los estándares de calidad y seguridad exigidos por las autoridades comunitarias en estas materias (no como en otros negativos precedentes de un fabricante chino).
La fábrica de Litex Motors emplea actualmente a más de 120 personas, con una edad media de los operarios de apenas 19 años, y de los ingenieros de 25 años. Cuando se encuentre a plena capacidad de producción, saldrán de sus líneas de montaje alrededor de 50.000 vehículos al año, en dos turnos de trabajo, y se espera que en ese momento dé empleo a casi 2.000 personas.
Aunque esta compañía china sea una gran desconocida entre nosotros (no entre nuestros “vecinos” italianos, donde han vendido desde 2006 más de 11.000 unidades y equipan, por ejemplo, a fuerzas de seguridad o emergencias), cabe decir que Great Wall Motors es el mayor fabricante y exportador privado de vehículos del país asiático, operando en más de 120 países de todo el mundo. Según los últimos datos conocidos su capacidad total de producción para este año 2012 será de 1,2 millones de vehículos al año, y se estima que para el año 2016 aumente hasta los 2 millones de vehículos anuales.
Como dato anecdótico podemos mencionar que es la única empresa privada en China con su propio laboratorio de pruebas de choque. También es el primer fabricante de automóviles de propiedad privada que cotiza en la bolsa de Hong Kong. Comparado con las cifras que estamos acostumbrados a manejar en el “Viejo Continente” llama la atención que disponen de más de 30 filiales y más de 38.000 empleados en todo el mundo, o que el pasado verano inauguraron en la ciudad de Tiandzin (China) una moderna factoría, dotada de las últimas tecnologías, con una capacidad máxima de producción de 1 millón de vehículos al año. No muchos fabricantes pueden vanagloriarse de una situación similar, ¿no?.
El “Made in China” se va extendiendo, cada vez más, también en el ámbito automovilístico.
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