El informe de AlixPartners es claro: la inflación de los precios de las materias primas ha afectado más a los coches eléctricos de batería que a los de combustión interna. Si los primeros ya eran caros, ahora la brecha entre ambos sistemas de propulsión se amplía. Y justo cuando la Unión Europea intenta reducir emisiones de carbono y la dependencua del petróleo.
Los datos de la consultora son del mes de septiembre e indican que el coste de los materiales de coches eléctricos ascienden a 5.076 $ de media por vehículo, lo que supone un aumento de 2.152 respecto al promedio de 2020. En el mismo período, los vehículos de combustión (incluidos los híbridos) tenían un coste en materiales de 1.851 $ (eran 1.475 $ en 2020. No se han calculado los costes de materiales para los híbridos enchufables pero en la presentación del estudio en Milan señalaban que «probablemente sean más altos que los de los hibridos convencionales».
Los costos son para la producción en Europa e incluyen todas las materias primas clave, tanto los asumidos por los fabricantes de automóviles como los proveedores. Un coche eléctrico tiene un 60 % de costes exclusivos (3.100 $), ya que el resto son comunes a todos los sistemas de propulsión.
¿Es posible reducir el coste de un coche eléctrico?
Un cambio a materiales de batería menos costosos ayudaría a reducir el gasto de producción de vehículos eléctricos. Hoy se emplean baterías de iones de litio, fabricadas con litio, cobalto, manganeso y níquel de alta calidad, cuyos precios se han disparado recientemente. Eso sí, el máximo se dio en marzo de 2022 y se espera que la desaceleración económica haga bajar algo más las cotizaciones de estos materiales.
Esto coincide con las declaraciones del CEO de Renault, Luca de Meo, quien aseguraba en el pasado Salón de París que no veía paridad de precios entre vehículos eléctricos y vehículos con motor de combustión en el corto plazo, por los aumentos de precios de las materias primas. Hace ocho años se esperaba un coste de las baterías de 100 dólares por kW y aún no se ha alcanzado. «Puedo encontrar una mejor química de batería y una mejor electrónica de potencia, pero estas ganancias se borrarán cuando el precio del cobalto se duplique en solo seis meses», aseguraba de Meo.
¿Hay alternativa a las baterías de celdas de iones de litio? Sí, se podría pasar a celdas de batería de iones de sodio o azufre de litio, que podrían ser hasta dos tercios más baratas… pero la electroquímica tiene que avanzar todavía. También, con un mayor aumento de la producción, se pueden reducir los costes por unidad (sobre todo en investigación y desarrollo).
Elevados precios de la energía
Además del coste de la materia prima, también se han disparado los costes de la energía para fines industriales. En el mismo informe señalan que un 230 % desde enero de 2019 hasta septiembre. El coste medio de producción de energía por vehículo de combustión interna en Europa aumentó $512 en la primera mitad de 2022 desde 2020. Y en el mercado de futuros parece que el gas natural aumentará su precio 4,5 veces en 2024 respecto a 2020. Serían 720 dólares adicionales por vehículo. ¿Alguna buena noticia? Sí, en el proceso de producción de un vehículo eléctrico se consume menos energía.
Todo esto se va a traducir en una menor fabricación de coches. En 2022 se ensamblarán en Europa 15 millones de coches (el dato incluye a Rusia y Turquía), cuando en 2021 fueron 16,8 millones. Se espera, eso sí, que en 2023 suban a 15,9 millones y alcanzar 17,7 millones en 2025. De todos modos, muy por debajo de los máximos alcanzados a finales de la década de 2010.
Fuente: AlixPartners