Desde que Reino Unido decidía en referéndum salir de la Unión Europea, algo conocido popularmente como Brexit, mucho se ha hablado de las posibles consecuencias que tendría. De hecho, es todavía un tema candente, debido a que todavía se está llevando a cabo una transición progresiva. El último en pronunciarse ha sido Jaguar Land Rover, uno de los fabricantes británicos por excelencia y por lo tanto uno de los que podría verse más afectado en el futuro.
Su consejero delegado, Ralf Speth, mostró sus dudas en unas declaraciones recientes. Afirmaba que no sabía si podría mantener sus operaciones en las fábricas de Reino Unido cuando se abandonara la Unión Europea, algo que sucederá el 29 de marzo de 2019. Eso significaría que peligran decenas de miles de empleos, todos aquellos que están en las cuatro plantas de JLR en este país y que tienen capacidad para hacer unos 3.000 automóviles al día.
Speth se quejó de la repercusión que tuvo la política respecto al diésel en Reino Unido (también les ha hecho perder empleos) y afirma que no quiere que esto se repita. Por eso pide que el Brexit se haga de una forma correcta y beneficiosa para ellos. Por otro lado, la primera ministra, Theresa May, asegura que tiene en su cartera algunas propuestas específicas y que protegerá los puestos de trabajo utilizando cadenas de suministro ‘just in time’.
La clave en este entuerto es que Jaguar Land Rover recibe componentes de otras localizaciones y eso es muy beneficioso en un área de libre comercio como la Unión Europea, pero no podrían afrontarlo si se imponen aranceles. Cualquier problema con las fronteras podría causarles unos costes de 60 millones de libras al día. Estos hecho y que la productividad sea más baja en Reino Unido están haciendo que marcas como JLR se muevan a Europa del Este, como a la nueva fábrica de Nitra (Eslovaquia).
Fuente: Automotive News