Hace dos décadas, Koenigsegg lanzaba su primer vehículo de producción. Esa era el CC8S, y en ese entonces, pocos nos imaginaríamos que acabaría siendo el precursor de una de las marcas de superdeportivos más exóticos y geniales que jamás hayan existido. Para celebrar este hito, la compañía fundada por Christian von Koenigsegg ha presentado el sucesor espiritual de este primer modelo, ahora bajo el nombre de CC850.
Sin embargo, no creas que es solo un Jesko rediseñado, ya que el nuevo hiperdeportivo tiene muchas características de estreno jamás vistas hasta la fecha. Con una forma muy parecida a la del CC8S original, el CC850 es lo que Koenigsegg denomina un “coche continuación”. Esa forma sigue lo que el fundador de la marca llama un diseño atemporal del automóvil original. El 50 en el nombre, por cierto, significa el hecho de que solo se construirán 50, y nos sorprendería si no se agotan increíblemente rápido dada la espectacularidad del modelo.
Entre otras características, este modelo tiene una caja de cambios manual única en su tipo. Sí, estás leyendo bien, un hiperdeportivo que ha nacido en 2022 con un cambio manual y el pedal de embrague correspondiente. Esa transmisión ha sido bautizada como “TWMPAFMPC”(“The World’s Most Powerful and Fastest Manual Production Car”). Koenigsegg destaca lo difícil que es hacer una máquina de este calibre manual en estos días, pero lo ha conseguido. Y no es ni un cambio robotizado ni secuencial, es manual con todas las de la Ley.
Koenigsegg realmente impulsó la idea de que se comportara y se sintiera como una palanca de cambios tradicional. Se puede percibir la interacción con el disco de embrague en la pierna a la que interactúas con el pedal, y puedes notar los engranajes en la mano mientras manejas la palanca de cambios. Esta caja es la misma que se encuentra en otros modelos de Koenigsegg, pero se ha adaptado para su uso como un cambio manual de seis velocidades.
Sin embargo, la transmisión en su condición como automática tiene nueve marchas, por lo que Koenigsegg ha encontrado una manera de proporcionar diferentes relaciones de cambio según el tipo de conducción que se realice. La innovación se llama “KESS”(“Koenigsegg Engaged Shift System”), y la marca incluso dice que puedes detenerte o quemar el embrague como lo harías en una transmisión manual clásica. Pero lo interesante es que también puedes poner todo en manos de la gestión electrónica y hacer que funcione como un automático.
Dependiendo del modo de conducción deseado, la primera marcha del manual es la tercera o la segunda en modo automático. Esto permite un comportamiento dependiente del contexto. ¿Vas por un récord de vuelta y necesitas una gran aceleración al salir de una curva cerrada? La relación de cambio es más baja y la aceleración más rápida. Si tan solo quieres disfrutar de un paseo, no necesariamente deseas cambiar con tanta frecuencia, por lo que las relaciones son correspondientemente más altas. Y cuando te aburras, lo pones en “D” y no tendrás que hacer nada.
Esta posición está en el extremo derecho de la secuencia de railes del cambio. En este modo hay una “Light Speed Transmission” (LST) y el llamado “Ultimate Power On Demand” (UPOD). El LST es la innovación sin retrasos que permite que el coche engrane cualquier marcha sin perder tiempo ni potencia. Digamos que está en la octava y, de repente, necesitas potencia al instante. El sistema UPOD se activa y selecciona la marcha más óptima, que sería la tercera en nuestro escenario. El coche cambia de 8ª a 3ª sin pasar por las cinco etapas intermedias.
Eso sí, el nuevo hiperdeportivo sueco no se trata solo de la transmisión. Koenigsegg dice que el V8 biturbo de 5.0 litros del CC850 desarrolla 1.385 CV y 1.385 Nm cuando se llena el depósito con combustible E85, y que pesa solo 1.385 kilos. Cierto es que no es tan enérgico como lo es el Jesko, pero eso se debe a unos turbocompresores más pequeños que dan como resultado un retraso apenas imperceptible, según Koenigsegg, así como una línea roja a unas destacadas 8.500 rpm. No podemos esperar a ver cómo acelera y se comporta en la pista.
El CC850 no es el Koenigsegg más potente. No es el Koenigsegg más rápido. No es el Koenigsegg más raro. Es una obra maestra de la ingeniería automotriz. La última incorporación a la raza de los coches de ensueño es una hazaña total de la excepcionalidad de Koenigsegg. Tan solo podemos quitarnos el sombrero y agradecer que esta máquina exista en los tiempos que corren.
Fuente: Koenigsegg
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