Si el Koenigsegg Agera RS ya nos sorprendió a todos por su capacidad para batir todo tipo de récords de velocidad pero ahora ya tiene un sucesor a la altura. El Koenigsegg Jesko ha sido presentado en el Salón de Ginebra con un nombre llamativo que hace un homenaje. El hiperdeportivo sueco se llama igual que el padre de Christian von Koenigsegg, fundador de la compañía. Aunque ya está jubilado a sus 80 años parece que ha dejado huella dentro de la compañía.
Y si ya nos centramos en el vehículo nos daremos cuenta de que su diseño está altamente condicionado por la aerodinámica. No hay ninguna línea dibujada al azar y hay dos elementos que tienen más protagonismo. Por un lado el prominente splitter delantero y por el otro el enorme alerón trasero anclado en el techo, ambos elementos activos que tienen como objetivo dirigir el flujo del aire de forma eficiente y mejorar la refrigeración. El Jesko es capaz de generar una carga aerodinámica de 1.000 kg a 275 km/h, una cifra con la que mejora un 40 % a su predecesor.
Aunque parezca un modelo muy extremo y radical (que lo es) también tiene algunas concesiones a la comodidad. Cuenta con el Autoskin de la marca para abrir automáticamente sus puertas gracias a un sistema hidráulico accionado electrónicamente. Ahora el acceso es más cómodo y el interior más amplio y con una mejor visión. El Koenigsegg Jesko va equipado con facilidades como el sistema multimedia SmartCenter con pantalla de 9 pulgadas, la instrumentación SmartCluster de 5 pulgadas, el climatizador, la tapicería de cuero y Alcántara o la asistencia de aparcamiento.
Pero seguro que sus potenciales compradores valorarán más otros aspectos como su mecánica V8 biturbo de 5.0 litros. Introduce una serie de mejoras respecto al que tenía el Agera RS como el cigüeñal plano (el más liviano con solo 12,5 kg), una nueva admisión o turbos de mayor tamaño con inyección de aire (20 bares). El resultado es que ahora desarrolla 1.600 CV con etanol E85 (o «solo» 1.280 CV con gasolina convencional) y 1.500 Nm de par a 5.100 rpm.
Va ligado a la nueva caja de cambios Light Speed Transmission (LST) de nueve velocidades. Significa literalmente que «va a la velocidad de la luz» y es una gran innovación respecto a las actuales transmisiones automáticas de doble embrague. En estos casos se cuenta con la limitación de cambiar solo a marchas adyacentes (no podría pasar de 7ª a 4ª sin pasar por la 6ª y la 5ª) y de forma unidireccional, por lo que pueden presentarse pérdidas de par si la caja tiene que recalcular.
Con el sistema de embrague múltiple de Koenigsegg se solventa ese problema. Se podrá pasar saltar de marchas con total rapidez sin esperar esa sincronización necesaria en la de doble embrague, ya que otras marchas estarán preseleccionadas. Con la opción Ultimate Power on Demand seleccionada se optimizará al máximo esa elección de marcha. Otra ventaja de esta Light Speed Transmission es que solo pesa 90 kg (una doble embrague tradicional estaría en torno a los 140 kg).
El Koenigsegg Jesko se asienta sobre un monocasco de fibra de carbono con una rigidez estructural aún mayor. Mantiene una suspensión con amortiguación adaptativa firmada por Öhlins, además de un nuevo eje trasero direccional. Opcionalmente se puede optar por unas llantas de fibra de carbono que pesan 5,9 kg la delantera de 20 pulgadas y 7,4 kg la trasera de 21 pulgadas. Van calzadas de serie por los Michelin Pilot Sport Cup 2 y opcionalmente se pueden montar los R.
Con estas soluciones nos encontramos con que el Koenigsegg Jesko pesa apenas 1.420 kg, lo que hace que tenga una relación potencia/peso que mejora la mágica cifra de un caballo por cada kg. Esperamos con ganas conocer las prestaciones de este ejemplar, pues las malas lenguas dicen que será capaz de acercarse peligrosamente a los 500 km/h.
Fuente: Koenigsegg
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