Si pensamos en clásicos de Lamborghini, probablemente los primeros modelos que se nos vengan a la cabeza sean algunos como el Miura, el Countach o el Diablo. Pero en la década de los 70 hubo otro que sorprendió al mundo y que se encuentra celebrando su 50 aniversario. Hablamos del Lamborghini Urraco, un coupé con configuración 2+2 y apenas 4,25 metros de largo que dio mucho de qué hablar
Con nombre proveniente de la tauromaquia como en casi todos los modelos de la marca (así se llama a los toros con pelaje blanco y negro), fue un proyecto de Paolo Stanzani, que era por aquel entonces Director Técnico de la marca de Sant’Agata. La estética fue encargado a Carrozzeria Bertone, que por aquel entonces tenía al mítico Marcello Gandini haciendo de las suyas. De ahí ese diseño en forma de cuña (wedge-shape) que estuvo tan presente en dicha década.
Lo que buscaba Ferruccio Lamborghini con este ejemplar es que fuera un coche mucho menos artesanal que el resto de modelos de la marca. Con eso pretendía llegar a un público más amplio, ofreciendo un coche más asequible para aumentar la producción de forma controlada. Se llegó a un coupé que montaba suspensiones tipo McPherson tanto en el tren delantero como en el trasero, siendo el primero de producción en hacerlo.
El motor en posición central trasera era un V8 de 2.5 litros que desarrollaba 220 CV en su versión inicial. Destacaba por su elevada relación de compresión gracias a una culata con cámara “Heron” de construcción muy plana y con una cámara de combustión contenida en una depresión en la parte superior del pistón. También por sus cuatro carburadores Weber de doble cuerpo. Ya alcanzaba 245 km/h, siendo bastante rápido para la época.
Aunque ese fue el Lamborghini Urraco P250 del que se produjeron 520 unidades entre 1970 y 1976. Porque posteriormente se fueron introduciendo nuevas versiones. El Urraco P200 fue la de acceso, con un V8 de 2.0 litros y su potencia reducida hasta los 182 CV para quedarse en 215 km/h de punta. De este apenas se hicieron 66 unidades. Por otro lado, el Urraco P300 aumentaba la capacidad del V8 hasta los 3.0 y elevaba la potencia hasta los 250 CV para llegar hasta los 260 km/h de punta. Se hicieron 190 unidades del tope de gama.
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