Logo de Noticias Coches
coche sin conductor
Redacción

Las limitaciones del coche autónomo de Google

Desde hace tiempo Google es una de las compañías que más investigaciones y avances ha hecho sobre el coche autónomo. Es lógico, ya que, como vimos hace meses, es uno de los principales valores de la empresa… y ya tiene incluso patentes para sacar rendimiento de ellos a medio plazo.

La evolución del coche autónomo de Google comenzó usando coches nornales cargados de tecnología, Toyota Prius y Lexus RX híbridos… con los que lleva recorridos más de un millón de kilómetros sin conductor sin problemas. Al final Google optó por desarrollar su propio vehículo autónomo (sin volante ni pedales) lo que podría hacernos pensar que su llegada está cerca. Ni mucho menos. Todavía debe resolver un sinfín de limitaciones. Y no se trata de retos que imaginemos, sino que ha sido el mismo director del equipo encargado de desarrollar el coche Google, Chris Urmson, quien ha publicado la lista de cosas que el vehículo de Google aún no puede hacer.

Nadie conoce las limitaciones mejor que Urmson, que al mismo tiempo se muestra optimista a la hora de abordar los retos más importantes a los que se enfrenta la tecnología y «que sucederá antes de lo que creen muchos». A pesar de los desafíos pendientes, Urmson quiere que sus coches estén listos en 2019, para cuando su hijo, que ahora tiene 11 años, cumpla 16, la edad legal para conducir en California. «Es mi fecha tope personal», afirma.

Un ejecutivo de la compañía escribía un día que «los coches pueden conducir a cualquier lugar donde sea legal conducir». Como frase de marketing tiene gancho, pero está lejos de ajustarse a la realidad. Hasta el momento sólo se han preparado mapas para unos miles de kilómetros de carreteras, un 1% de Estados Unidos, donde Google realiza las pruebas. En esas rutas se incluyen datos de todo tipo (hasta entradas y salidas de garajes), que analizan ordenadores y humanos, después de que un coche realice múltiples pasadas con sensores que escanean metro a metro. Es un esfuerzo muchísimo mayor que el necesario para crear Google Maps.

¿Qué ocurre si algo no aparece bien registrado en ese mapa? A pesar de que el coche cuenta con sensores, a veces no los capta. Por eso deben tener incluidas en el mapa las señales de tráfico. Si, por ejemplo, el coche se encontrase con un semáforo que no estuviese incluido en el mapa, y no hubiera ni coches ni peatones alrededor, podría saltárselo en rojo ya que no sabría que el semáforo se encuentra ahí. Urmson afirma que la empresa tiene una estrategia para gestionar el problema de la actualización de los mapas, pero no ha querido dar más detalles.

Otros problemas que todavía han de resolverse es conducir con lluvia fuerte o nieve, ya que los sensores no captarían el entorno debidamente (para un humano tampoco es fácil, pero puede hacerlo siguiendo estos consejos). Por ese mismo motivo, el coche no distingue, por ejemplo, si un obstáculo en la carretera es una piedra o un papel arrugado, así que el siempre intentará rodearlo.

Tampoco reconocería a un policía moviendo los brazos dirigiendo el tráfico, ya que los peatones se detectan como borrones de píxeles en movimiento… El coche tampoco se ha enfrentado a un gran aparcamiento abierto ni a garajes con múltiples plantas, y ha tenido problemas para detectar los colores de un semáforo cuando los rayos del sol ciega las cámaras.

Urmson afirma que este tipo de cuestiones están a veces sin resolver simplemente porque los ingenieros aún no las han estudiado. De todos modos, el 2019 está a la vuelta de la esquina… ¿Lograrán dar con la solución a todos estos problemas tan pronto?

Vía: MIT Techonology Reviews

  • coches autónomos
  • Google
¿Te ha gustado esta noticia?Suscríbete y no te pierdas las últimas novedades cada semana