Louis Renault nació el 15 de febrero de 1877 en Paris y fue el fundador de la compañía automovilística Renault. Su padre, Alfred Renault, tenía una tienda de telas en la Place des Victoires y Louis era el cuarto de seis hermanos.
En una época en la que Francia se situaba como locomotora europea en materia de automoción, desde niño, Louis, siempre mostró su pasión por los coches. Cuando apenas tenía 12 años, acudió al Salón del Automóvil de París y, a partir de ese momento, tuvo que claro que quería dedicar su vida: a la fabricación y diseño de vehículos, a pesar de la desaprobación de su padre, que deseaba que continuase con el negocio familiar.
Con 14 años transformó parte del jardín de su casa de Billacourt en una especie de taller, donde fabricaría un generador de vapor del cual obtendría grandes ganancias en el futuro al vendérselo a la compañía de calderas Delaunay-Belleville. En ese momento abandona sus estudios y comienza a trabajar para Delaunay-Belleville hasta que le llaman a filas. En la guerra construye un puente desmontable que causa gran asombro entre sus superiores y cuando regresa a casa está decidido a crear su propia empresa.
El primer coche
De esta manera, en 1898 junto con el apoyo de sus hermanos Marcel y Fernand, nace la compañía Renault Fréres (Renault hermanos) y ese mismo año es presentado el primer vehículo con denominación Renault; el Renault Type A que consiguió 12 pedidos.
Un año después patentaría la caja de cambios (tenía tres marchas hacia delante y marcha atrás) y nacería el Renault Type B, que ya incluía un motor de 450 cc y carrocería tipo coupé. Al finalizar este año, ya se habían fabricado 76 vehículos y 110 personas trabajaban en la compañía.
El Renault Type A fue el verdadero antecesor de los coches modernos. Contaba con motor delantero y propulsión trasera, en una época en que el diseño de los automóviles era todavía una quimera, fue toda una revolución. Tenía otras características avanzadas, como las llantas de radios de alambre, calzadas con el neumático inflable Dunlop recién inventado. El Voiturette , como también se lo conocía, tuvo varias a lo largo del tiempo. La última y más desarrollada, la Type G fue subastada no hace mucho.
Éxito profesional
Renault Fréres gozó siempre de un gran prestigio y popularidad, entre otras cosas, debido a sus numerosos éxitos deportivos. Y todo iba bien hasta que en 1914 estalla la I Guerra Mundial y, por exigencias del gobierno francés, la compañía tiene que adaptarse a las nuevas «necesidades» del mercado.
Renault empezó entonces a fabricar armamento y vehículos militares como el tanque Renault FT 17, que supuso una gran innovación dentro de la industria bélica y que más tarde le llevaría a ganar la condecoración de la Gran Cruz de la Legión de Honor, o los conocidos como Taxis del Marne que se encargaban de transportar a las guarniciones de París al frente.
Una vez finalizada la guerra, Renault Fréres volvió a producir automóviles siendo el más importante el Juvaquatre. Pero, otra vez, cuando la empresa se empezaba a recuperar, en 1939 se produce el estallido de la II Guerra Mundial. Renault es obligada nuevamente a producir armamento y vehículos para la guerra y Louis, cansado de esta situación, decide emigrar a Estados Unidos.
¿Superviviente o traidor?
Un año más tarde, Francia es derrotada y Louis decide volver a casa para ver el estado en el que han quedado sus instalaciones. En ese momento, los alemanes le proponen devolverle todas sus fábricas a cambio de que construya armamento para ellos y, a pesar de que no hay pruebas, tampoco creemos que se lo pidiesen por favor. Renault entonces acepta la propuesta y rechaza colaborar con la resistencia francesa. Además, a diferencia de otros fabricantes como Citroën o Peugeot, no trató de provocar sabotajes en las fábricas alemanas para entorpecer el suministro bélico a los invasores y construye camiones y tanques para la Wehrmacht (el ejército alemán).
De esta manera, en 1944, cuando finaliza la II Guerra Mundial, Louis Renault es acusado de traición a la patria y lo encarcelan. Quizás intuyendo ya el trágico destino que le esperaba o según las informaciones que dicen que fue torturado hasta quedar inconsciente, estando a la espera de juicio, su salud empeora seriamente y el 24 de octubre de 1944 muere sin llegar a ser juzgado.
Un año más tarde, Charles de Gaulle decide nacionalizar Renault, que pasa a llamarse Regié Nationale des Usines Renault. A día de hoy, sus nietos siguen luchando por lo que consideran una injusticia.
Fuente: Renault