María Teresa de Filippis fue una piloto de carreras italiana y la primera mujer en competir en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno. De hecho, llegó a participar en hasta cinco Grandes Premios, debutando el 18 de mayo de 1958. Sin embargo, no obtuvo puntos en el campeonato. Aún así, fue pionera en el terreno de los deportes del motor, dominados por los hombres, y pisando sobre un suelo donde ninguna mujer competiría hasta pasados 15 años después de su retirada.
Nacida en Nápoles, Italia, en 1926, María Teresa de Filippis decidió entrar en el mundo del automovilismo casi como un desafío. En 1948 participó en su primera carrera. Con solo 22 años, ganó los 10 Kilómetros de Salerno-Cava de’Tirreni en la clase de 500 cc de la categoría de turismos, superando de forma decisiva a sus compañeros masculinos. Fue esa primera victoria la que encendió su pasión por las carreras y, al año siguiente, triunfó también en varias competiciones en la categoría de 750 cc.
Durante la temporada de 1953 a 1954 se pasó a un Osca de 1.100 cc con el que ganó las 12 Horas de Pescara, el Trullo d’Oro, el Catania-Etna y los Grand Prix de Caserta y Siracusa. En 1955, de Filippis hizo la transición hacia un Maserati 2000 A6GCS. En un artículo que escribió más tarde sobre sus años en las carreras, la piloto italiana dijo que era “un coche potente con el que sentí que podía hacer cualquier cosa… y lo hice, ¡Pobre coche! ¡Tantos accidentes espectaculares, pero también tantas victorias!”.
La principal de todas ellas fue el oro de Catania-Etna en un tiempo récord, que permaneció invicto durante los siguientes tres años. Terminó en segundo lugar en el campeonato de la clase de 2.000 cc de 1955. De Filippis participó en varios eventos del motor, incluyendo las carreras de subida de colinas las de resistencia, antes de tener la oportunidad de conducir en la Fórmula Uno. Terminó segunda en la carrera de deportivos que apoyó al Gran Premio de Nápoles de 1956 , conduciendo un Maserati 200S .
En 1958, al volante de un Maserati 250F privado, María Teresa de Filippis hizo su debut en el GP de Siracusa y luego compitió en su primer Gran Premio del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno en Bélgica. Varias mujeres piloto de carreras han competido en este deporte del motor a lo largo de los años, pero solo de Filippis tiene el récord único, uno que nunca se podrá romper ni igualar: el de ser la primera mujer en competir para la categoría reina, algo que tan solo otras cuatro mujeres más han logrado.
De Filippis se clasificó en el último lugar, a casi 34 segundos del tiempo de la pole position de Tony Brooks. Tras 24 vueltas, consiguió terminar la carrera, aunque en el décimo y último lugar después de que otros nueve coches no llegasen a ver la bandera a cuadros. Este sería su único final de carrera, puesto que en la siguiente cita, el GP de Francia en Reims-Gueux, de Fillipis no pudo competir. Afirmó en una entrevista en 2006 que el director de carrera le dijo que “el único casco que una mujer debe usar es el de la peluquería”.
De Filippis tuvo un mal resultado en el GP de Portugal en agosto. Se clasificó en el último puesto, siendo más de 15 segundos más lenta que el coche que tenía delante, y solo duró seis vueltas antes de que fallara el motor. En septiembre llegó a Monza en el último lugar. Completó 57 de las 70 vueltas antes de tener que retirarse por problemas de motor. Como el decimocuarto y último retiro de 21, se acabaría clasificando como octava en el mundial. Se unió al equipo Behra-Porsche RSK en 1959, pero la suerte tampoco sonrió.
El líder de la escudería, Jean Behra, murió en un accidente de carrera el 1 de agosto de 1959 mientras conducía en en el GP de Alemania. Se suponía que de Filippis debería de haber pilotado en ese evento, pero acabó devastada por la muerte de varios amigos durante su tiempo en el deporte y, especialmente, el de Behra. Dejó los circuitos y le dio la espalda al automovilismo durante los siguientes 20 años. Hacia 1960 se casó, formó una familia y se mantuvo alejada de todas las formas de automovilismo hasta 1979.
Fue entonces cuando se unió al Club Internacional de Ex Pilotos de Gran Premio de F1, y luego asumió el cargo de vicepresidenta en 1997. También fue miembro fundadora del Club Maserati en 2004 y se convirtió en su presidenta. De Filippis murió en enero de 2016 a la edad de 89 años, pero consiguió lo imposible: destacar en un entorno considerado en exclusiva masculino, ganándose el respeto y la estima de sus rivales en el campo de batalla y llevar a la pista los valores de un auténtico piloto de carreras.
Como se mencionaba al comienzo del artículo, ninguna mujer competiría en la Fórmula Uno hasta pasados 15 años más. “Fui valiente o imprudente; Llámalo como quieras, solo me gustaba ir a toda velocidad”. Su compatriota Lella Lombardi lo hizo entre 1974 y 1976, y sigue siendo la única mujer que ha terminado una carrera del Campeonato del Mundo en una posición que recibiese puntos. Desde entonces, otras cuatro mujeres han competido en este deporte, siendo la más reciente Giovanna Amati en 1992.
Fuente: Maserati
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