Mazda es una compañía que, con el paso de los años, ha ido forjándose una identidad como un fabricante que va a contracorriente. En una época en la que la electrificación es clave, la firma nipona seguirá apostando por motores de gasolina y diésel (de seis cilindros) y la llegada de plataformas de propulsión. También apuesta por no hacer de las pantallas táctiles el centro de atención, pero eso no significa dejar de lado el aspecto tecnológico.
De hecho, de igual forma que hace unos días vimos cómo BMW planea reinventar el hueco portaobjetos de la consola central, CarBuzz ha descubierto una solicitud de patente ante la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos para implementar una nueva e interesante invención en la que Mazda propone reemplazar los controles físicos del habitáculo por botones virtuales holográficos. Para entender mejor lo que Mazda quiere hacer con los diales de a bordo, comencemos por leer la descripción básica de la invención:
“Se trata de un ordenador formado por un procesador y una memoria. Esta última almacena instrucciones ejecutables por el procesador para proyectar un ícono en una superficie que tiene un patrón, capturar una imagen del ícono y dicho patrón, identificar un cambio entre el patrón en la imagen y otro patrón predeterminado, localizar una entrada del usuario en la función del cambio del patrón predeterminado y activar un componente en función de esa entrada por parte del usuario”.
Básicamente, lo que esto significa es que Mazda ha imaginado una especie de proyector que puede mostrar una imagen en una superficie mediante controles holográficos. Cuando un usuario pone su dedo en el “botón” virtual, el proyector utilizará una especie de sensor para detectar un cambio en la forma de la imagen proyectada, con esto indicando la entrada del usuario. En la figura “2B” que se muestra bajo estas líneas, puedes ver que el sensor mencionado anteriormente podría detectar la dirección de entrada.
A la vez, la patente en sí misma afirma que esta superficie podría detectar la fuerza con la que el usuario pulsa el “botón”. Así, se podría acelerar el cambio de escenario. Por ejemplo, si el sistema de multimedia está configurado en un volumen bajo, manteniendo presionada la “tecla” hacia arriba mientras se presiona con más fuerza de lo normal permitiría que el sistema reconociera que deseas aumentar el volumen considerablemente y la velocidad a la que varía el volumen (o ajustar la temperatura).
Esta puede ser una idea ingeniosa que podría ahorrar una pequeña fortuna en componentes físicos y, de nuevo, revolucionar el diseño minimalista, pero estamos seguros de que todavía hay muchos obstáculos que superar. Quizá uno de los más complicados es lograr que este sistema de controles holográficos de este tipo funcione correctamente en modelos como el Mazda MX-5 cuando estás con la capota bajada.
Fuente: CarBuzz
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