Ya lo hemos comentado muchas veces, el Mercedes Clase A ha tenido una de las evoluciones más notables en el sector a lo largo de los años. Lo que comenzó como un monovolumen pequeño de dudosa personalidad se ha convertido en un compacto en toda regla, con diseño y tecnología destacados. Aunque habría tenido más sentido con el modelo actual, hace unos años se hizo una edición especial muy interesante: el Mercedes-Benz A160 Edition Häkkinen.
Al igual que actualmente, corría una buena época para la marca de la estrella en la Fórmula 1. En 1998 se hacían con el campeonato de constructores con el McLaren MP4/13 gracias al buen hacer de Mika Häkkinen (que ganó la temporada) y a su compañero, David Coulthard. Para celebrarlo se hicieron dos ediciones especiales con el nombre de cada piloto: el Mercedes-Benz A160 Edition Häkkinen del que hablamos y un Mercedes-Benz A160 Edition Coulthard.
Limitados a 125 unidades de cada uno (250 en total), estos ejemplares contaban con una decoración muy llamativa e inspirada en los colores de la Fórmula 1. La carrocería iba pintada en plateado, con la zona inferior recibiendo un tono más oscuro y gráficos en naranja como los monoplazas hechos junto a McLaren. El nombre del piloto junto a la bandera de su país de procedencia iba aparecía en las puertas, mientras que se podía pedir su número en el capó y portón trasero.
Los cambios por fuera eran bastante notables, pero lo cierto es que por dentro no se quedaba atrás. El Mercedes-Benz A160 Edition Häkkinen recibía un paquete de cuero Designo en rojo que cubría gran parte de sus superficies, desde las puertas al salpicadero, pasando por la consola central, los asientos o el volante. Los asientos traseros también iban en cuero rojo, mientras que los umbrales de las puertas recibían unas placas de la edición especial.
También hacía gala de su deportividad gracias a unas llantas de 17 pulgadas calzadas por neumáticos de perfil bajo y con una salida de escape doble. Aunque lo cierto es que este Mercedes-Benz A160 Edition Häkkinen no era un AMG ni su comportamiento era tan deportivo como podría parecer. En realidad utilizaba la base del A160 Elegance, una decisión que podría defraudar a algunos que esperasen más potencia. Aunque recibiera una suspensión más deportiva, habría tenido más sentido usar un A210 de la época.
Porque bajo el capó de este ejemplar había un motor de cuatro cilindros y 1.6 litros que entregaba una potencia de apenas 102 CV y 150 Nm depar. Ligado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, las prestaciones de este modelo pasaron bastante desapercibidas. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 182 km/h. Llama la atención que se haya puesto a la venta por 44.900 euros, pero la unidad de las imágenes apenas tiene 215 kilómetros y se paga la exclusividad. Aunque por ese precio se me ocurren algunos verdaderos AMG que elegiría antes.
Fuente: Mechatronik
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