La idea de tomar un vehículo entrado en años y convertirlo en algo un poco más moderno, ciertamente tiene su atractivo. Es lo que se llama un restomod, y es algo que también puede funcionar en ambos sentidos. Una prueba de ello la tenemos en esta flecha de plata, que a pesar de parecer a primera vista un Mercedes-Benz 300 SL “Gullwing”, bajo esa piel hay un SLK 32 AMG de 2001 en realidad.
Se trata de un homenaje al legendario “alas de gaviota” de los años 50, un coche que se ha podido replicar a través de un lejano descendiente más moderno a través de un modelo de segunda mano en buenas condiciones. Y lo quieres, está a la venta en Crossley & Webb, un concesionario de compraventa en Sudáfrica. Porque del “Gullwing” real se hicieron 1.400 coupés y 1.858 roadsters, lo que lo hace un vehículo muy exclusivo y, por ende, caro en caso de encontrar algún ejemplar a la venta (de un millón de euros en adelante).
La unidad que ilustra este post está presupuestada en 1,8 millones de rand (unos 105.000 euros), lo que lo convierte en una auténtica ganga en comparación. Según dice la web, este pseudo-SL 300 tardó cinco años en gestarse y presenta una carrocería de aluminio hecha a mano desarrollada a partir de datos de un escaneo 3D de un modelo original. Pero, al mirar las vistas frontal y trasera, se percibe obvio que fueron necesarios algunos ajustes para que la forma SL se ajustara al paquete donante, algo más alto y cuadrado.
De acuerdo con el anuncio, el coche conserva todos los componentes modernos del SLK 32 AMG, incluido su motor V6 sobrealimentado por compresor de 3.2 litros y 354 CV y 450 Nm, y la caja de cambios automática de cinco relaciones adjunta. El vendedor declara que este modelo en concreto es 400 kilos más ligero que el modelo original, lo que debería hacerlo bastante rápido; el SLK 32 AMG, marcando 1.495 kg sobre la báscula, completaba la carrera de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y alcanzaba los 250 km/h de punta.
Por su parte, el habitáculo cuenta con muchas comodidades, como dirección asistida, aire acondicionado y asientos de cuero napa teñidos de rojo. Todo esto se suma para producir una máquina única que sería una excelente adición a la colección de cualquier persona. Una vez que se cortó y ajustó la nueva carrocería, se construyóuna jaula antivuelco de tubos de acero para añadir más protección y rigidez estructural. Este Mercedes-Benz debe de ser una de las mejores formas de disfrutar de un aspecto clásico y tecnología moderna.
Desafortunadamente, como te dirá cualquiera que haya conducido un SLK de los primeros en una carretera serpenteante, no es muy divertido de conducir. De hecho, irónicamente, la vaga dirección de origen del SLK 32 AMG hace un gran trabajo al replicar la mala sensación de un coche de la década de los 50. Si esperas emociones como en un 911, dudamos que las encuentres aquí. Pero parece una conversión bien ejecutada que debe haber costado una fortuna de llevar a cabo, y siempre es un tema de conversación recurrente.
Fuente: Crossley & Webb
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