Estamos en pleno verano. Es ahora, en apenas dos meses, cuando más vehículos se mueven. Y justo es en este baremo de tiempo cuando ocurren los mayores accidentes de tráfico y, seguramente, los más impactantes, si tenemos en cuenta la gran participación de menores como pasajeros.Es en estos instantes cuando más importancia damos a los sistemas de seguridad del vehículo. Esos que olvidamos, pero que sin ellos, los accidentes serían más proclives. Estamos en manos del futuro en materia de seguridad.
Hay que reconocer que su evolución ha ido creciendo a pasos agigantados. Somos conscientes de que estamos a un paso de disfrutar de coches totalmente efectivos para evitar que suframos algún tipo de accidente. Sobre todo en casos de distracciones. Aunque debemos reconocer que hay ciertos sistemas que deberían convertirse en elemento de serie pero aún queda mucho camino por recorrer. A pesar de que, por ellos, cada año, disminuyen los siniestros.Un ejemplo claro es el avisador de cambio de carril o el detector de ángulo muerto. Ambos sistemas son realmente sencillos de instalar pero siguen reservados para equipamientos caros.
Si hablamos del primero de los sistemas mencionados, debemos decir que su funcionamiento se basa en una serie de sensores que identifican las líneas de la calzada. Al rebasar tanto las líneas continuas como discontinuas, el coche nos advertirá de nuestra maniobra si no hemos activado las luces de señalización de maniobra. Verdaderamente necesario para esos momentos de despiste o de somnolencia.
Sobre este sistema se han elaborado varios ejemplos diferentes, dependiendo de la marca. Algunos optan por la señalización sonora, mientras que otros lo hacen con una vibración en el asiento. Para gustos, colores.
El segundo de los sistemas es el detector de ángulo muerto. En este caso los sensores detectan si un vehículo se aproxima por un carril adyacente en el momento en el que señalicemos nuestra intención de cambio de carril o adelantamiento. La forma de advertencia también varía. Puede ser en forma de pitido y un Led que se ilumina en el espejo retrovisor.
Es aquí donde el nuevo Mercedes CL ha innovado. Para este modelo no es suficiente advertir, también se debe actuar. Y lo hace mediante el ESP. Es decir, frena ligeramente sobre las ruedas motrices del lado opuesto a el cambio de carril que queremos efectuar. De este modo la rectificación se produce levemente, centrando el automóvil en su sitio correspondiente. Además, no sólo advierte y corrige en cambios involuntarios de carril, sino también cuando no hayamos apreciado la cercanía de un coche por el ángulo muerto.
Estamos ante un sistema increíble que ayudará, sin lugar a dudas, a evitar una posible colisión. Lástima que como siempre estas novedades no se puedan establecer en presupuestos al alcance de la población en general.