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Luis Ramos Penabad

Estos microbios comen petróleo y excretan el hidrógeno más barato del mundo

Usar microorganismos no es nuevo en el mundo. Desde hace miles de años se emplea un hongo (levadura) que come azúcares y excreta diósido de carbono, para hacer cerveza, incluso antes de que la humanidad supiese lo que fuesen los hongos. Y tienen una capacidad reproducitiva enorme, Louis Pasteur descrubrió que en dos días 100 células de levadura pueden multiplicarse en 400.000 millones con las condiciones adecuadas.

Ahora, comn la ingeniería genética y la ingeniería artificial es posible llevar todo esto un paso más allá, descifrando qué fragmentos del código genético de un microbio es responsable de un comportamiento determinado de un microbio…  y potenciarlo. Justo a eso se dedica la empresa tejana (EE.UU.) Cemvita, tras probar en laboratorio (y en experimentos de campo) sus microbios, capaces de alimentarse de hidrocarburos en en pozos de petróleo agotados, donde comerán los restos y excretarán hidrógeno.

No podemos imaginar a un microbio echando un cuesco de hidrógeno. Tras alimentarse del petróleo que no puede ser explotado, los fermentan y brotan de ellos, sin sonidos que celebren la proeza.

Se trataría de un modo fabuloso de aprovechar ese petróleo que se sabe que está ahí… pero que precisa de mucha energía para extraerlo, a veces más de la que se puede sacar. La idea de Cemvita es convertir estos pozos en granjas biológicas de hidrógeno, que calculan a un precio por debajo del dólar por kilo. 

Cómo funciona 

Los microbios se bombearían a los pozos de petróleo agotados, mediante una corriente de agua reciclada. Allí se pondrían a «trabajar», excretando hidrógeno y multiplicándose. Luego se capturarían los gases a medida que salen por la boca del pozo, separándolos en hidrógeno (para su procesamiento y venta), y dióxido de carbono para su secuestro. Si la cosa se desboca bajo tierra, se pueden enviar inhibidores al pozo para mantener las cosas bajo control.

Según la ley, no se trata de microbios modificados genéticamente (solamente se mejora su capacidad natural). Tras las pruebas en el laboratorio ya han sido probados en un pozo de petróleo real… donde la producción de hidrógeno triplicó sus expectativas.

Esperan producir hidrógeno a 1 $/kg o menos, lo que podría ser uno de los mas baratos del mundo. Y ojo, que no falta materia prima: para cumplir con los objetivos climáticos de París, alrededor del 60% de las reservas de petróleo conocidas deberán permanecer bajo tierra.

¿Posibles frenos? Pues hay que convencer a los reguladores de que los microbios son seguros y no causarán consecuencias ambientales no deseadas. Y segundo, que no es hidrógeno verde, ya que libera dióxido de carbono en el proceso…. hay que confiar a la captura y el almacenamiento de carbono. Luego, o habría que comprar los viejos pozos de petróleo en desuso o asociarse con las petroleras (que no harían ascos a sacar rédito a esos activos cancelados hace tiempo, suponemos).

¿Llegaremos a verlo a gran escala? Parece pronto para decirlo, pero desde luego la tecnología resulta facinante y parece que cuenta con una interesante financiación detrás. En este vídeo hablan del nuevo hidrógeno dorado:

Fuente: Cemvita

Vía: Recharge News

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  • innovación
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