241 personas han muerto en accidentes de tráfico durante el verano de 2024. Es un dato muy negativo y que aumenta respecto al mismo periodo del año anterior en tres fallecidos. Sin embargo, la DGT acusa al récord de desplazamientos que hubo y también apela a la responsabilidad de los conductores. Aunque dicen que van a redoblar esfuerzos para conseguir el objetivo de reducir la siniestralidad un 50 % de aquí a 2030, lo cierto es que no hay mucha autocrítica en este aspecto ni medidas concretas.
Se han publicado las cifras de siniestralidad del verano y nos han dejado ese dato de 241 muertes en carretera, sumado a otros igual de críticos. Casi han muerto cuatro personas al día de media, durante la época estival. Agosto fue el peor mes, pues se saldó con 132 víctimas mortales (12 más que en 2023), mientras que julio registró 109 personas fallecidas (9 menos que en 2023). Y eso que el número de accidentes mortales se ha reducido en seis respecto al ejercicio anterior. También bajaron las víctimas que necesitaron hospitalización, pero de forma insignificante.
El motivo que pone la DGT es que el número de desplazamientos ha batido récords y se han registrado más de 97,7 millones de movimientos en verano. Son 4,1 millones más que en 2023 y el dato más alto jamás registrado. En términos estadísticos podría ser comprensible el aumento de las víctimas mortales, pero esto no va de eso, pues hablamos de vidas. El objetivo es ir reduciendo el número de muertos mediante mejoras en seguridad y en infraestructuras, pero parece haber cierto estancamiento teniendo en cuenta el balance de los últimos años.
Si seguimos analizando el informe de siniestralidad, vemos que la mayoría de víctimas sufrieron accidentes en carreteras secundarias (73 %) y en las autopistas/autovías registran el 27 % restante. El tipo de siniestro más mortal es la salida de vía (88 víctimas), seguida de la colisión frontal (62 muertes). Se dice que este tipo de accidentes se da por invasión del carril contrario con presencia de distracciones y/o velocidad elevada.
En cuanto a la localización de las víctimas, Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de personas fallecidas, acumulando casi una quinta parte (46 muertos). Le sigue Castilla y León con 30 víctimas, mientras que en Madrid o en Barcelona se reducen, algo lógico teniendo en cuenta que suelen ser más punto de salida que de llegada en los viajes.