No es ninguna sorpresa la apuesta que Nissan ha hecho por los SUV. Desde que estalló el fenómeno Qashqai estos vehículos se han convertido en la referencia de la marca (significan un 70% de sus ventas en Europa). Pero este éxito no quiere decir que se duerman en los laureles. En absoluto. Y el mejor ejemplo es el Nissan Gripz Concept, un prototipo presentado en el Salón de Frankfurt que busca combinar la capacidad de los crossover con la línea de los coupés.
Desde luego, no se trata de algo extraño ni original. Desde el lanzamiento del BMW X6 esta idea se ha extendido en diversos tamaños. La marca insiste en que el Nissan Gripz Concept es un vehículo «con doble personalidad» y eso nos lleva a recordar una entrevista de Autoblog a Shiro Nakamura, en la que hablaba del sustituto del Nissan 370Z, el último de una gran familia de coupés de seis cilindros, iniciada por el Datsun 240Z en 1969. Nakamura indicaba que no imaginaba un 390Z, y que la saga no debería crecer más, sino hacer «algo más fiel al concepto del Z original, más práctico y que enamore a los clientes más jóvenes«.
Con el Nissan IDx Concept descartado (un hermoso deportivo de diseño retro) todo parece indicar que ahora ese futuro coupé podría adoptar forma de SUV. Nada raro tampoco, ya que son los vehículos que pirran a los millenials (nacidos después de 1980). Nissan quiere decir con eso que los coches deportivos no necesitan ir a ras de suelo para ser divertidos… Ahora esperará a ver la reacción del público ante este prototipo para tomar una decisión.
El Nissan Gripz Concept, con sus 4,1 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,5 metros de alto encaja también como posible sustituto de un Juke que, al menos en Europa, parece empezar a mostrar síntomas de agotamiento. En su diseño observamos la influencia del mítico Datsun 240Z.. y del Nissan Sway Concept presentado en el Salón de Ginebra. Entre ellos, la parrilla V-Motion, los faros delanteros y traseros que se asemejan a un boomerang, el techo flotante y la forma del pilar C.
Los diseñadores de la marca nos cuentan que la fuente de inspiración fue las bicicletas de carreras. Como ellas, hay un cuadro de carbono, sobre el que se asienta la carrocería de cuatro puertas. Las delanteras se abren en forma de tijera y las traseras son suicidas. Como no hay pilar B, la entrada a su interior con configuración 2+2 es sencilla.
En el lateral predominan sus llantas de 22 pulgadas similares a las de una bicicleta, con neumáticos Bridgestone de alta presión y de perfil bajo. El color en el que han pintado la carrocería, mezcla de rojo y naranja que contrasta con el capó, los pasos de rueda y la cola de la parte trasera que van en negro mate, crean un conjunto muy atractivo.
Mientras que el exterior fue creado en Europa, el interior fue gestado en Japón. Cuenta con todavía más referencias al ciclismo. El volante de tres radios recuerda a la llanta de una bicicleta de carretera, los asientos y la consola también reciben influencia y hasta los tiradores de las puertas imitan a un sillín. El panel de instrumentación Gliding Wing proviene directamente del Nissan Sway.
En cuanto a su propulsión, es un híbrido con tecnología eléctrica Pure Drive e-Power, que utiliza un motor de gasolina para alimentar a uno eléctrico inspirado quizá en el Nissan Leaf. No se dice mucho más, ni siquiera la cifra de potencia, más allá de que la marca destaca su eficiencia suprema y una respuesta lineal. De todos modos, de llegar a producción este futuro Juke o futuro Z apostamos más bien por el 1.6 turbo que ahora monta el Renault Clio RS 220 Trophy.
Fuente: Nissan
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