El año pasado nos mostraron por primera vez al Mercedes-AMG Project One, el modelo que celebraba el 50 aniversario de la división deportiva de Affalterbach y que pretendía ser algo así como un Fórmula 1 de calle a su llegada al mercado. Para ese momento ya falta muy poco y la marca de la estrella quiere dejar claro que ya ha dejado atrás la fase de proyecto y que el modelo es muy real. De ahí a que haya modificado su nombre, que finalmente será Mercedes-AMG One, a secas.
En los últimos meses este superdeportivo ha estado realizando una exhaustiva fase de desarrollo con pruebas de alto rendimiento en varios circuitos de Inglaterra. Aunque todavía faltan por atar algunos cabos y se va a seguir trabajando en su aerodinámica activa. El Mercedes-AMG One está poniendo a prueba su alerón móvil o los llamativos flaps delanteros en el túnel de viento. El modo competición promete un apoyo aerodinámico más que digno.
Aunque haya cambiado de nombre, parece que la filosofía sigue siendo la misma y que su técnica no ha variado. A falta de detalles, estamos ante un ejemplar de más de 1.000 CV de potencia y capaz de acelerar de 0 a 200 km/h en menos de 6 segundos. Lo conseguirá gracias a un motor de gasolina (V6 de 1.6 litros y turbo eléctrico, heredado de la competición) que se combina con cuatro motores eléctricos (dos en el eje delantero y dos ligados al motor térmico).
El Mercedes-AMG One hará su debut próximamente en el Salón de París. Solamente se planea producir alrededor de 300 unidades y las primeras llegarán a lo largo de 2019. El precio podría oscilar entre los 2 y los 3 millones de euros, y sus clientes ya están siendo informados acerca del progreso del desarrollo del coche en una sala de exposición muy exclusiva. El superdeportivo está siendo trasladado en un tráiler con laterales extensibles de lo más curioso que ya está en la sede de la marca en Múnich.
Fuente: Mercedes
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