La industria automotriz es una de las más importantes para España. Representa alrededor del 10 % del PIB del país y hace que ocupemos la segunda posición en cuanto a producción de coches en Europa por detrás de Alemania. También ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis que nos asola y es por eso que el Gobierno ha decidido mover ficha. Se aprueba el PERTE, una dotación de 4.295 millones de euros que servirán de ayuda para la recuperación del sector.
Este Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (de ahí las siglas PERTE) ha sido aprobado por el Consejo de Ministros y tiene como apellido las siglas VEC, haciendo referencia al vehículo eléctrico y conectado, que es donde se quieren centrar los esfuerzos. La mayor parte del dinero viene de los fondos europeos de recuperación (Next Generation) y no vendrán solos. Se calcula que se sumarán otros 19.000 millones de euros procedentes de fondos privados para fortalecer la industria.
El reparto de los 4.295 millones de euros del PERTE ya ha sido establecido. La mayor parte, nada menos que 2.975 millones serán para el desarrollo y la fabricación de coches eléctricos, permitiendo una inversión privada de 11.900 millones. Eso podría incluir no solo la adaptación de las actuales fábricas, sino el proceso completo de producción para incluir otros puntos como la extracción de litio y la fabricación de baterías. El segundo aspecto que más inversión recibirá, con 1.100 millones públicos y hasta 7.608 millones privados, será la instalación de puntos de carga, ayudas a la compra de eléctricos e innovación en electromovilidad; a través del MOVES III y del MOVES Singulares.
Esta inyección de dinero que aporta el PERTE se hará entre 2021 y 2024, y se espera que tenga un impacto importante. Con la transformación, la industria de la automoción podría llegar a representar el 15 % del PIB en 2030 y la creación de empleo sería ejemplar. Los primeros cálculos hablan de entre 68.000 y 141.000 empleos directos. Además, por cada puesto de trabajo creado en las fábricas, se podrían generar cuatro empleos más en los proveedores y entre siete y ocho en servicios.
España es de los países que más están cayendo en ventas con la crisis del COVID, un 34 % frente a los 20 % de otros países como Francia y Alemania. Con este PERTE también se espera que se puedan recuperar las cifras para 2023 y que el número de coches eléctricos vendidos alcance las 250.000 unidades para dicho año. Es un objetivo bastante optimista si tenemos en cuenta que en 2020 se vendieron apenas 18.000 (crisis mediante, eso sí).