Como ya ocurriera el año pasado, en el mes de junio, tal y como os contamos aquí, cuando Peugeot, Red Bull y Total se aliaron para batir el record de la subida en cuesta más famosa del mundo, la Pikes Peak, gracias a un bestial prototipo basado en el Peugeot 208, con más de 875 CV, pilotado por el pluricampeón Sebastien Loeb, ahora han decidido emprender una nueva aventura: ni más ni menos que el rally-raid más duro del planeta, el Dakar.
Para abordar su participación en el Rally Dakar 2015 la firma francesa contará con dos de los pilotos más ampliamente bregados en estas lides, como son nuestroCarlos Sainz, doble Campeón del Mundo de Rallies y vencedor del Dakar en el año 2010 con un Volkswagen Touareg, además del 5 veces ganador de la prueba, en la modalidad de motos, el francés Cyril Despres.
Pero tan importante como contar con dos pilotos muy experimentados (y rápidos, por supuesto) es disponer de una máquina que esté a la altura de las circunstancias y sea capaz de superar tan importante reto. Ese prototipo ha sido dado a conocer en el día de hoy: es el Peugeot 2008 DKR.
Su apariencia es absolutamente brutal, casi como acabara de salir del set de rodaje de una hipotética última entrega de Mad Max, pero no sólo por su imponente, acertada y musculada estética, sino por las descomunales dimensiones de sus neumáticos, de 37 pulgadas de diámetro y casi 94 cm de altura, desarrollados especialmente por Michelin, o el gran recorrido de las suspensiones. Presenta unas dimensiones generales muy compactas, comparadas con el resto de prototipos de la competencia, y unos voladizos muy cortos que le confieren unos excelentes ángulos de ataque y salida, con los que afrontar sin temor a enganchones las pronunciadas dunas del desierto de Atacama.
Estéticamente toma como inspiración al Peugeot 2008 de serie, aunque sus medidas y configuración poco o nada tienen que ver con el modelo que se puede comprar en los concesionarios de la marca. Ya que, por ejemplo, el prototipo carece de puertas traseras, adoptando unas formas casi de coupé.
Se presenta como el arma definitiva para afrontar el regreso de la firma del león al Rallye Dakar 25 años después, tras las incontestables victorias conseguidas en sus cuatro participaciones consecutivas con los míticos Peugeot 205 T16 Grand Raid (1987 y 1988) y Peugeot 405 T16 Grand Raid (1989 y 1990) a cuyos mandos estaban pilotos de la talla de Ari Vatanen o Juha Kankkunen.
En esta ocasión, dadas las incontestables ventajas que les confiere el reglamento, los responsables de Peugeot Sport han optado por un prototipo dotado sólo de tracción trasera, en vez de la tracción total con la que contaban sus predecesores. Este tipo de configuración se ha demostrado que se adapta mucho mejor a los complicados caminos de Sudamérica, como ya han demostrado sobradamente el propio Carlos Sainz el año pasado a los mandos del Buggy SMG, también patrocinado por Red Bull, al que sólo un accidente y diversos problemas de juventud apartaron de mejores posiciones en la clasificación general, e incluso otros buggies que han alcanzado resultados verdaderamente sorprendentes, ayudados por su mayor ligereza, grandes recorridos de suspensión y, sobre todo, la posibilidad de disponer de un sistema de autoinflado para subir o bajar la presión de los inmensos neumáticos, dependiendo del terreno que se atraviese, sin tener que detenerse.
Por el momento no han sido facilitados más datos en cuanto a la mecánica u otro tipo de características técnicas de este prototipo. Suponemos que pasará algo parecido a lo ocurrido el año pasado con el prototipo Peugeot 208 T16 Pikes Peak, donde fue soltándose la información con cuentagotas para conseguir una importante repercusión mediática, repartida a lo largo de los meses previos a la prueba. Seguiremos informando.
De momento deberéis conformaros con este sugerente vídeo y las imágenes que acompañan el artículo:
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