Hace escasamente 10 días os presentábamos los primeros datos e imágenes del Peugeot 208 T16 Pikes Peak con el que la marca francesa pretende reverdecer viejos laureles deportivos, rememorando la victoria que hace 25 años consiguiese en la mítica carrera en cuesta norteamericana el piloto finés Ari Vatanen, a los mandos de un Peugeot 405 T16.
En aquel momento ya os indicamos que la política de comunicación de Peugeot consistiría en ir desvelando poco a poco más datos e imágenes y quizá algún vídeo para captar la atención de los medios de comunicación y de los aficionados. Pues bien, ese pasito más allá ya ha llegado facilitando los principales datos técnicos del “aparato” que pilotará el 9 veces Campeón del Mundo de Rallyes Sébastien Loeb, en las montañas de Colorado, el próximo 30 de junio.
Aparte de lo que visualmente se puede observar en las fotos, es decir, un espectacular conjunto aerodinámico, heredado directamente del Peugeot 908 HDi FAP ganador de las 24 Horas de Le Mans (tomando prestado, incluso, el enorme alerón trasero), que en este caso resulta fundamental, pues como muchos ya conocéis, desde el año pasado todo el recorrido de la prueba se encuentra totalmente asfaltado, también se ha trabajado en el túnel de viento para optimizar el fondo plano que genera una gran cantidad de apoyo aerodinámico, mejorando notablemente su eficacia, ya que en muchos tramos de la carrera se alcanzan altas velocidades (aunque haya otros en los que no se superen los 50 km/h).
Pero los “chicos” de Peugeot Sport no sólo han recurrido a “rescatar” el desarrollo aerodinámico del Sport Prototipo de la firma, sino que han ido un poco más allá, utilizando también otros elementos como los ejes rodantes, los frenos o la toma de admisión que guía el aire fresco hacia el motor.
Llevando casi hasta el extremo la libertad reglamentaria prácticamente absoluta que permite la categoría “Unlímited”, en la que se ha inscrito este Peugeot 208 T16 Pikes Peak, se ha desarrollado lo que podríamos calificar como un auténtico “Grupo B” actual, ya que todo el conjunto se aglutina alrededor de un chasis tubular específico, realizado en aluminio aeronáutico, que abraza el potente propulsor V6 bi-turbo de 3,2 litros de cilindrada, dispuesto longitudinalmente en el centro del habitáculo, que entrega nada menos que 875 CV de potencia máxima (más que un Fórmula 1 actual) y un par motor de 90 mkg, siendo capaz de girar hasta las 7.800 rpm.
Todo ello implica que, en función de los desarrollos finales elegidos, alcanzará una velocidad punta que rondará los 240 km/h pero, aun será más importante la impresionante capacidad de aceleración, que se resume a la perfección en las siguientes cifras: de 0 a 100 km/h en 1,8 segundos; de 0 a 200 km/h en 4,8 segundos y de 0 a 240 km/h (velocidad máxima) en tan solo 7 segundos. ¡Nos encontramos ante un auténtico dragster!
Gracias al concienzudo estudio de cada uno de los componentes empleados, a su colocación lo más baja y centrada posible para rebajar el centro de gravedad, y a la utilización de una carrocería en fibra de carbono, el peso final se ha establecido en tan solo 875 kg, con lo que se ha logrado alcanzar la casi mítica relación peso/potencia, perseguida por todo buen ingeniero de competición, de 1CV/kg.
Estas cifras aun siendo francamente increíbles han de ser puestas en su justa medida, pues se ven sometidas a un importante factor corrector como es el de la altitud. Según han explicado los responsables de Peugeot Sport: “Habría que contar con una pérdida de 1 CV cada 100 metros de altitud si se utilizase un motor atmosférico”. Si tenemos en cuenta que la salida de la prueba tiene lugar a 2.865 metros de altitud y que la línea de meta se encuentra a 4.301 metros, es más que probable que incluso antes de iniciar la competición, algunos motores hayan perdido alrededor de un 30% de la potencia que tendrían a nivel del mar.
Para aprovechar cada caballo de potencia se ha decidido emplear un sistema de tracción total, a pesar de que ya no hay tramos de tierra como sí sucedía hasta el año pasado. De esta forma y apoyado en una caja de cambios secuencial de 6 velocidades con levas detrás del volante y en los neumáticos Michelín especialmente desarrollados para esta prueba (montados sobre llantas de magnesio de 18 pulgadas, muy similares a las empleadas en la Fórmula 1) se espera que sea posible batir el record de la prueba, establecido el año pasado por el piloto californiano Rhys Millen, a los mandos de un Hyundai Genesis Coupé de más de 700 CV de potencia, en 9’46’’164.
Otros datos de interés sobre el prototipo de la firma del león son una longitud total de 4,5 metros, una anchura de 2 metros y una altura de 1,3 metros, así como una distancia entre ejes de 2,695 metros. Aunque pueda parecer una incongruencia, al tratarse de una carrera en cuesta, se utilizará también un potente equipo de frenos de carbono, con discos autoventilados de 380 mm de diámetro en el eje delantero y 355 mm en el trasero. Como dato curioso os comentaremos un hecho que nos ha sorprendido, ya que monta un depósito de combustible de tan sólo 40 litros de capacidad, lo que a groso modo viene a significar que, en una prueba celebrada a gran altitud y con un recorrido total de 20 kilómetros, aun quedando un remanente de seguridad, consumirá no menos de ¡¡175 litros/100 km!!.
Os mostramos a continuación un vídeo-espía del proceso de puesta a punto de este Peugeot 208 T16 Pikes Peak en el circuito francés de Pau-Arnos. Desde luego, si corre la mitad de bien que suena, la cosa promete…
Galería de imágenes: