Puede que no sea la mejor noticia que querrías recibir hoy. A veces la tecnología logra hitos asombrosos, maravillosos, emocionantes. Otras veces no tanto. En Argentina, específicamente en Córdoba -en Buenos Aires ya lo hacen- la policía ha comenzado a utilizar cámaras instaladas en los cascos de sus agentes motorizados. Esto permite agilizar el sistema administrativo y por descontado, el número de multas: se habla de unas 40.000 al mes, 1.300 al día. Según el diario Clarín, responde a una falta de personal en la calle.
Con una cámara, los conductores que estacionen mal sus vehículos, se salten un semáforo o, como se da el caso, tapen la matrícula, serán grabados y sus datos enviados al Centro de Procesamiento de Infracciones. Allí, un programa informático lee la matrícula, marca, modelo, hora, fecha, lugar…todo. Con sólo un barrido.
Para finales de año quieren que se sumen los denominados «patrulleros tecnológicos», coches con sofisticados equipos de filmación y un sistema de detección de matrículas. Estas cámaras internas de 360 grados permiten obtener al agente una visión completa de lo que ocurre alrededor del vehículo y dentro.
En Venezuela también han adoptado la medida. Sin duda una forma de aumentar la transparencia y efectividad de la policía, al igual que las cajas negras de los coches. Se acabó discutir con el agente sobre la validez de la sanción…¿Cómo recibiríamos este equipamiento tecnológico en España?
Fuentes: Infotechnology, Clarín.