En España, por desgracia, hay ciertos tópicos que no hemos sido capaces de desterrar. Uno de ellos es el que las malas lenguas utilizan para afirmar que el Porsche Boxster es el coche de los que no tienen suficiente dinero para hacerse con un 911.
Sin embargo, al contemplar el nuevo Porsche Boxster Spyder que, por fin, saldrá a la venta este mes de Febrero de 2010, a uno no dejan de volarle mariposas en el estómago. ¿Será el amor? No lo creo, me parece que son provocadas por la visión de su trasera, su capó o sus jorobas al estilo del Carrera GT.
El nuevo Spyder es una completa revolución, con un peso que se sitúa en los 1.275 kgs, siendo el Porsche más ligero de cuantos se comercializan en la actualidad. En el corazón de la firma alemana, parece que se han entrenido revisando fotografías y documentos antiguos de los años 50 del pasado siglo, para idear un coche más enfocado a la conducción que al confort, pero sin renunciar a la calidad y el lujo.
Sus características técnicas, ya conocidas, se mueven dentro de los parámetros de la mayor exigencia en la que se mueve Porsche. Una potencia de 320 cv, velocidad máxima de 267 km/h, de 0 a 100 en 4,8 segundos y 3.400 cc. Toda una lista de garantías que confirma que estamos ante uno de los deportivos más eléctricos y frescos del mercado actual.
El principal acierto del que pueden presumir los ingenieros de la casa alemana es el de haber aligerado el peso del Boxster en más de 80 kgs. Sus puertas y capó son ahora de aluminio, y los asientos pasan a ser más finos, deportivos y duros. Todo ello para conseguir un paso por curva del Spyder mucho más rápido y seguro, transmitiendo una sensación de ir más pegado al suelo, gracias al nuevo tren de rodaje y los nuevos amortiguadores.
Toda una lista de atributos que hacen del nuevo Porsche Boxster Spyder una de las últimas perlas del mercado. Con solo observarlo, ya sabemos donde pueden meterse los envidiosos sus tópicos.