Queda claro que la marca checa más conocida en el mundo del motor es Skoda. Sin embargo, hay otra que debe ser tenida en cuenta y cuyos orígenes se remontan más de un siglo atrás en el tiempo. Hablamos de Praga Cars, una firma que siempre ha estado muy centrada en la competición y que ahora está lanzando un vehículo de producción que seguro que sorprende a muchos aficionados. El Praga Bohema es un superdeportivo que sirve como homenaje al 89º aniversario de su victoria en las 1000 Millas de Checoslovaquia de 1933.
Aunque ha pasado mucho tiempo de aquello y el nuevo Bohema tiene un diseño que incluso resulta futurista. Tiene mucha influencia en la competición, con unas líneas marcadas que buscan el máximo rendimiento aerodinámico, consiguiendo hasta 900 kg de carga a 250 km/h. Es un biplaza de motor central con unas dimensiones muy compactas que está hecho íntegramente en fibra de carbono. Es el material que conforma su chasis monocasco y también los paneles de la carrocería
La cabina también está muy inspirada en la competición. Hay dos plazas, que son asientos prácticamente de competición, y el acceso se hace a través de unas puertas con apertura tipo alas de mariposa. El volante puede ser retirado para facilitar el acceso. El minimalismo es absoluto y la única pantalla, con toda la información necesaria, va integrada dentro del propio volante, que también tiene varios botones. Cuenta con un sistema para poder utilizar el teléfono móvil para otras funciones adicionales.
Al crear este modelo tuvieron claras las prioridades: mantener un peso ligero y un motor de combustión de gasolina. Tanto es así que el Praga Bohema se queda en apenas 982 kg en vacío, una cifra realmente sorprendente. Por lo tanto, no hace falta un motor de gran tamaño o cifras de potencia exageradas para moverlo con soltura. De hecho, este ejemplar utiliza el motor PL38DETT, sí, el V6 biturbo de 3.8 litros del mítico Nissan GT-R colocado en posición central y con algunas modificaciones notables, además de una dosis extra de potencia.
Litchfield Engineering se encarga de modificar este motor para convertirlo a cárter seco y reducir su altura de forma que quepa en el Bohema. También cambia el sistema de turboalimentación o el escape, con lo que finalmente se queda en 710 CV y 725 Nm de par. Se le acopla una caja de cambios secuencial Hewland para potenciar su deportividad. Por el momento, la marca checa no ha dado más detalles sobre sus prestaciones, pero el objetivo es tener una aceleración de 0 a100 km/h en menos de 2,3 segundos y que la velocidad máxima supere los 300 km/h.
Este Praga Bohema también se beneficia de otros detalles como una suspensión independiente con amortiguadores ajustables o las llantas con bloqueo central (18 pulgadas delante y 19 pulgadas detrás). Se espera que su producción comience durante la segunda mitad de 2023, con una producción limitada a diez unidades en ese año.
Después se seguirán haciendo las restantes a un ritmo de 20 coches anuales, hasta llegar a un total de 89 unidades del superdeportivo, siguiendo ese homenaje al 89º aniversario de la carrera. El precio de partida del Praga Bohema es de 1,28 millones de euros (impuestos no incluidos).
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