Continúan los malos datos sobre la siniestralidad en las carreteras españolas. Si el mes pasado recogíamos un incremento de un 6% en el número de muertos con respecto al año anterior, el primer semestre de este año ha cerrado (las cifras aún no son definitivas) con un aumento de 41 personas fallecidas, sumando un total de 544 víctimas mortales frente a las 503 del mismo periodo del año 2015. Son datos negativos que parecen poner freno al descenso de la mortalidad en los últimos años.
Hasta el 3 de julio han fallecido 554 personas en accidentes de #tráfico en carretera, según cifras provisionales pic.twitter.com/e3W5h0tMSG
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 4 de julio de 2016
Como puedes ver, los datos tienden a empeorar y no queda otra que preguntarse si se están tomando las medidas necesarias para alcanzar la deseada meta de cero muertes. Entre tanto, podemos dilucidar algunas de las posibles causas de estos accidentes:
1. Exceso de velocidad: uno de los motivos más destacados por la DGT como causa de accidentes es el incumplimiento de los límites de velocidad. Para evitar estas incidencias en la medida de lo posible, la DGT ha puesto en marcha varios dispositivos de control de velocidad adquiriendo 60 nuevos radares ligeros e incrementando la vigilancia de los helicópteros conocidos como Pegasus.
Como viene ocurriendo en años anteriores, los agentes de tráfico sancionarán a los incautos que decidan apretar acelerador pese a las advertencias de la vía, aunque parece que las medidas de control no amedrantan a los conductores ya que se repiten cada año.
2. Mal estado de las carreteras: según la Asociación Española de la Carretera (AEC), la red de carreteras española deja mucho que desear y presenta un déficit de inversión en conservación y mantenimiento de 6.600 millones de euros.
No parece que se vaya a reparar en un futuro próximo, lo que incrementa el gasto ya que en vez de reparar una o dos grietas, en unos años será todo el asfalto. País Vasco y Extremadura son las dos únicas comunidades autónomas que se salvan aprobando con un cinco raspado. El resto suspenden todas, destacando como las peores las carreteras de La Rioja, Asturias y Aragón, así que de momento toca mantener el ojo avizor, especialmente en esas zonas.
3. Tramos peligrosos: con más de 1.300 tramos de carreteras peligrosas, la DGT no se ha olvidado de ellas y ha tomado como medida una buena señalización de los tramos peligrosos. De nuevo la respuesta parece sancionar a los temerarios que no sigan las recomendaciones, pero si, como hemos visto, no se reducen las víctimas en carretera con todas las medidas tomadas, tal sea hora de cambiar de táctica.
4. Imprudencias al volante: el uso del teléfono móvil mientras se conduce continúa siendo una de las infracciones más repetidas por los conductores, y sigue siendo sancionable (una de las multas más habituales del verano, de hecho). Responder a un Whatsapp, hablar sin el manos libres o consultar el GPS sale caro y es algo de lo que podemos prescindir durante nuestro recorrido.
5. Número de coches en circulación: la leve mejora de la economía tras la grave etapa de crisis que hemos vivido, sumado a la bajada del precio del petróleo, hacen que nos lancemos más a la carretera. De hecho, la DGT ha previsto que este verano sea el más multitudinario desde 2009 con 84 millones de desplazamientos de largo recorrido según declaraciones de la directora general de Tráfico, María Seguí, al El Economista, por lo que toca armarse de paciencia y varios discos de los mejores éxitos del verano antes de salir por si nos toca aguantar varias horas en un atasco.
6. Envejecimiento del parque automovilístico: María Seguí también ha comentado la importancia de renovar y realizar la ITV al coche ya que, desde 2012, se ha incrementado el número de personas fallecidas en accidentes con un vehículo con edad situada en torno a los 14 años.
De hecho, seguimos comprando más coches de segunda mano lo que ayuda a que el parque automovilístico se parezca cada vez más a un viaje del Inserso. Se hace entonces indispensable pasar rigurosamente el coche por la ITV siguiendo las normas de seguridad.
7. Educación vial y vital: como hemos dicho, muchos son los elementos que pueden influenciar en un accidente. Sin duda, uno de los que más afectan al desarrollo de la conducción es la educación vial, o solo educación. El respeto a las señales y también entre los conductores es esencial para disfrutar de un buen viaje en carretera ya que la conducción no es cosa de uno y, si contribuimos a mejorar el entorno de las vías con un buen comportamiento, está claro que ayudaremos a reducir el riesgo de accidentes.
¿Hemos tocado techo?
La pregunta que cabe preguntarse ahora es si hemos llegado al límite en la reducción de siniestrados en las carreteras o es posible reducir a cero esa cifra. El gráfico muestra el número de muertos en carretera cómo ha descendido considerablemente desde el pico más alto, registrado alrededor del año 1990 con casi 6.000 fallecidos, hasta el más bajo perteneciente al año 2015, con 1.126.
Como hemos comentado, la última década se mantiene con cifras muy similares, lo que plantea la duda de si hay que cambiar los métodos y mejorar las medidas actuales que han ayudado a reducir el número de víctimas pero que parece haberse estancado.
Todas estas razones unidas a las características especiales del verano que aumentan el riesgo de siniestro, alzan la bandera roja en las carreteras y advierten que debemos tomar todas las precauciones posibles antes tomar el coche para esas vacaciones y, más aún, mantener una actitud adecuada a la hora de circular con los dos ojos puestos en la carretera y el destino final.
Vía: 20 Minutos
Imagen destacada: cc Flickr Mallol