Ya estamos en un nuevo año y toca echar la vista atrás para hacer balance. Uno de los últimos datos que nos ha llegado es que la recaudación del impuesto de matriculación creció un 30,7 % el pasado 2018. Es una cifra calculando con el acumulado hasta el mes de noviembre (todavía no está el dato de diciembre), pero que nos sirve para comprobar cómo ha cambiado el comportamiento del mercado. Y hay un motivo muy claro que ha provocado ese aumento.
No es otro que el crecimiento en las ventas de vehículos de gasolina, que suelen tener unas emisiones de CO2 superiores a los diésel equivalentes, lo que queda reflejado en el impuesto de matriculación. Según la Agencia Tributaria, en noviembre ya se acumulaba una recaudación de 464,44 millones de euros, una cifra considerable si se compara con los 355,25 millones de euros que había acumulados en el ejercicio anterior.
También tiene que ver que fuera un buen año en ventas, pues en los once primeros meses se habían matriculado 1,22 millones de vehículos. La gasolina representaba un 52,8 % del mercado, mientras que el diésel caía hasta el 33,8 %. De media, cada vehículo matriculado paga 368 euros de impuesto, mientras que el año pasado se quedaba en 305 euros. Además esta tendencia va al alza, también promovida por la tendencia SUV, los vehículos más penalizados por el impuesto de matriculación (su peso y aerodinámica también afectan a las emisiones.)
Relacionado con la anteriormente nombrado, la Agencia Tributaria también dice que el precio medio de los coches nuevos ha subido un 0,6 % respecto al año pasado. Los compradores se gastan de media 17.198 euros por coche, algo promovido por la popularidad de la carrocería SUV, ya que a igualdad de potencia y equipamiento los gasolina suelen costar menos que los diésel. Para terminar este repaso hay que decir que el valor total de los vehículos matriculados hasta noviembre era de 21.236 millones de euros, un 8,6 % más que en 2017.
Fuente: Europa Press