El gobierno de Estados Unidos ha anunciado una medida que apuesta fuerte por el coche eléctrico. El gran gigante americano, el país líder en emisiones de dióxido de carbono, ha decido romper con su mala fama y destinar la cuantiosa cifra de 4.500 millones de dólares en garantías de préstamos para crear una red nacional de carga rápida. Los coches eléctricos por fin podrán desplazarse desde un punto al otro mediante la carga en estas futuras estaciones.
La colocación de estas redes de carga se determinarán según los resultados de los estudios para identificar las zonas donde menor número de emisiones y energías alternativas se utilizan. Para la creación de estás estaciones en las que cargar el coche eléctrico en menos de 10 minutos, los departamentos de energía y de transporte se han unido para trabajar en el desarrollo de esta tecnología capaz de trasladar de forma directa 350 kM, duplicando la tecnología actual de Tesla.
También las baterías se llevan un pedazo de la tarta de los más de 4.000 millones destinados a este innovador y ecológico proyecto. El consorcio de investigación Battery 500 llevado a cabo por el Laboratorio Nacional del Pacífico de Noroeste recibirá 10 millones al año.
Está claro que los estadounidenses cuando algo quieren no escatiman en gastos ni en exigencias, en este caso, quieren desarrollar baterías más potentes, baratas y ligeras, tan solo eso. De esta forma, quieren triplicar la energía de las baterías actuales mientras que igualan el precio de los coches eléctricos al de los coches de gasolina para hacerlo competitivos en el mercado.
Esos préstamos a los que irá destinado el dinero deberán garantizar la creación de nuevos e innovadores proyectos tecnológicos, que normalmente se las ven y desean para conseguir alguna subvención. De esta forma, se rompe el círculo vicioso que evita la investigación en energías que ayuden a preservar el medio ambiente y reducir la contaminación.
Por el momento, Tesla está a la cabeza de estaciones de carga con 681 de ellas que aportan más de 4000 puntos de carga alrededor del mundo. Esperemos que pronto el número siga creciendo a la par que el número de vehículos que se mueven sin emitir un solo gas nocivo a la atmósfera.